Las últimas nevadas caídas en el pirineo aragonés ofrecen a sus pistas de esquí una buena oportunidad. Además, las temperaturas bajo cero permitirán mantener la nieve en buen estado así como producir más de forma artificial.
La nieve precipitada ha favorecido la ampliación de los kilómetros de las pistas de esquí, así por ejemplo en los espacios de Formigal-Panticosa han podido abrir con 25 km, mientras que en el Valle del Aragón contarán con 50 km distribuidos entre Astún y Candanchú. Éste junto a Somport cuenta con 10 km de circuitos ya marcados mientras que Llanos del Hospital tendrá 7,5 km. Por su parte, Cerler no ha podido abrir sus instalaciones debido al mal tiempo.
Aunque esta nieve también ha permitido abrir los circuitos de esquí de fondo, ha precipitado en forma de ventisca, por lo que las máquinas han tenido que trabajar a gran ritmo para poder dejar las pistas en perfecto estado. La nieve caída en estos días ha dejado un espesor de entre 40 y 60 cm. Por otra parte, y según las previsiones, llegan jornadas en las que hará un tiempo adecuado.
Cabe destacar que la temporada de esquí es fundamental para el Pirineo aragonés ya que es una de las más significativas vías de ingreso para esta zona altoaragonesa. Los valles del norte de Aragón necesitan esta nieve y una buena y duradera temporada de esquí “para hacer su agosto”.