Siempre concentradas, Mapi y Majo Sánchez Alayeto, las número uno del pádel mundial, están satisfechas por haber ganado su partido de cuartos de final, pero no del todo contentas con su juego y reconocen que les ha “costado entrar en el torneo. Llevábamos”, explican, “tres semanas sin competir y se ha notado”.
Y es que en la autoexigencia está parte de la clave de su éxito. Con 34 años a sus espaldas y toda una vida dedicada al deporte de raqueta o pala, las zaragozanas atraviesan un gran momento de forma y van a cerrar 2018 en lo más alto de la clasificación mundial. “La regularidad ha sido la clave, nunca hemos bajado de semifinales y aunque hemos ganado los mismos torneos que Marta (Marrero) y Ale (Salazar), esa solidez nos ha permitido seguir en ahí arriba”, reflexiona Mapi.
Y es que Marrero y Salazar son las grandes rivales de las Alayeto, ya que son muchas las veces que se han enfrentado y últimamente han sido capaz de derrotarlas con cierta asiduidad. Sobre esa hipotética final todavía no quieren pensar, pero sí la tienen un poco en la cabeza. “No anticipemos esos acontecimientos que da mala suerte”, bromea Majo.
“Somos cholistas y vamos partido a partido”, explica. “Ojalá podamos estar en la final del domingo y nos gustaría ganar, claro. Y es verdad que estas últimas semanas hemos preparado y entrenado cosas por si tenemos que enfrentarnos a ellas. Siempre es un partido muy igualado aunque nos han ganado más veces últimamente”.
Pero antes de eso, este sábado deberán hacer frente a Eli Amatriaín y Paty Llaguno, quienes han dado la primera gran sorpresa del torneo derrotando a las número tres del mundo, Lucía Sainz y Gemma Triay. “Siempre que habían jugado, había sido un partido muy igualado y a tres sets. Aquí están las mejores del mundo, se han clasificado por méritos propios y si te relajas un segundo, pierdes”, comentan sobre la igualdad de todas las parejas.
Las dos tienen claro que el hecho de que hayan perdido Lucía y Gemma a ellas no les cambia nada. “Será un partido muy duro, Paty y Eli son unas guerreras y compiten al máximo“. Y es algo que dicen después de haber debutado y haber ganado no sin problemas a la joven Beatriz González de 17 años y a la veterana Cata Tenorio (6-2, 7-6). “El primer set ha sido más cómodo, pero el segundo se ha complicado. Es lo normal, llevamos tres semanas sin competir y siempre nos cuesta entrar en los torneos”.
Y es que si al mundo del pádel hay un torneo que le hace especial ilusión es este Estrella Damm Master Final de Madrid, donde solamente acceden las ocho mejores parejas en categoría masculina y femenina. “Teníamos muchas ganas de jugar aquí, con este ambiente, con siete mil personas en las gradas. Es espectacular”.
Mapi recala el crecimiento en la popularidad del deporte. “El hecho de que se haya traído aquí al Madrid Arena ya es un cambio importante. Hay más gradas, está todo vendido para el fin de semana y es que no para de crecer. Lo vemos aquí pero también en el resto de ciudades, cada vez hay más público en todos los sitios”.
Y es un crecimiento que ellas han vivido en primera persona desde sus inicios. “Desde que entró el World Padel Tour la popularidad ha subido mucho. A nosotras nos reconocen mucho más por la calle, nos paran para hacernos fotos. Aunque todavía nos confunden y nos toca hacernos pasar la una por la otra”, bromean y sonríen cómplices de un sinfín de anécdotas.
Sobre el futuro tienen claro que morirán juntas, “tanto en el pádel como en la vida”. Y es que en estos momentos ya empiezan los rumores sobre posibles cambios de pareja de cara a la temporada 2019. “Siempre se hacen quinielas pero nosotras nunca aparecemos. Ya ni nos preguntan porque además tenemos claro que no nos compenetraríamos con nadie igual. Además, estamos convencidas de que todavía no hemos alcanzado nuestro techo y es algo que hay que seguir buscando”, relata Majo.
Otro de los momentos destacados de la temporada fue el WOpen que se celebró también en Madrid, el primer torneo exclusivamente femenino y, aunque ese no llevó la firma de las hermanas, acabaron con un gran sabor de boca. “Aquí hay mucho que agradecer al World Padel Tour por el apoyo. Se llenaron las gradas, todas lo vivimos muy intensamente y se disfrutó especialmente”, narra Majo, mientras su hermana hace hincapié en la importancia de que “sirva de precedente para que en los próximos años se pueda volver a repetir”.