ZARAGOZA | El Real Zaragoza inicia hoy la segunda fase de su pretemporada. Regresa al Pinatar Arena, por tercera vez en cuatro temporadas. Y vuelve con el discurso de Víctor Fernández todavía reciente, con esa capacidad que solo él tiene para hacer creer al resto. Los dos ensayos, en Calahorra y Tarazona, se han resuelto con victorias previsibles. La prueba en Calahorra pareció más un trámite de verano, mientras que el inicio en Tarazona descubrió un ritmo dinámico, prometedor.
Esos dos conceptos se reunieron en el gol del triunfo, con la carrera de Iván Azón, Liso como una estación veloz y la intuición de Pau Sans en el área. El canterano fue el autor intelectual del gol y probablemente cambió su suerte en la pretemporada. Sans no esperaba estar en el Pinatar, pero esa acción y todas las que acumuló en El Municipal de Tarazona le han llevado al siguiente nivel de la preparación. En el segundo palo esperaba Marcos Luna, que apunta a ser la única excepción en el guion trazado al inicio por Víctor Fernández y Juan Carlos Cordero. Si antes su destino más probable era una cesión, hoy parece más próximo a quedarse en La Romareda.
Víctor Fernández no recuperará más descartes, con Sinan Bakis, Sabin Merino, Jair Amador y Marcos Baselga en ese lugar de la escena. Bakis trazó una posibilidad en Turquía, pero la negociación con el Ankaragücü se estancó en el último tramo, con el presentimiento de que el equipo de Ankara no quería hacerse cargo de la totalidad de su ficha. Las posturas parecen muy lejanas a estas alturas y si la negociación partió fundamentalmente de la agencia de Bakis, Cordero volverá a manejar los tiempos, en lo que parece una partida de poker interminable. Sabin Merino ha mostrado un mejor nivel en los ensayos de pretemporada y se espera que pueda encontrar un candidato en la categoría. Con Jair Amador sucede algo parecido: sus conversaciones con el Málaga se han enfriado, básicamente porque el equipo de La Rosaleda cuenta a estar alturas con cinco centrales en su plantilla. Desde esa ciudad resuelven: de momento parece que hay más intención por parte del Zaragoza en deshacerse de Jair, que voluntad del Málaga en incorporarle a su plantilla. Baselga, por su parte, parece encaminado a un Primera RFEF.
Mientras en el Pinatar se esperan llamadas, rumores y propuestas, en el césped se quieren ver más señales del Zaragoza que viene. La prueba del próximo miércoles ante el Getafe será real en todos los sentidos. Servirá para ver a los nuevos fichajes, con Keidi Baré en el lugar de todas las atracciones. También para ver si la idea general toma consistencia ante un rival de la máxima categoría, si el Zaragoza diseña también una hoja de ruta fiable en el juego. La localidad murciana vuelve a ser el asentamiento de los ensayos, también el campamento base de un club que quiere incorporar 8 jugadores en un mes y un día. En ese plan se funden las ideas de Juan Carlos Cordero, que espera futbolistas con personalidad, y las de Víctor Fernández, que quiere aspirar a lo mejor que el Real Zaragoza puede aspirar.
Un año más, las ilusiones del zaragocismo pasan por el Pinatar Arena.