Giuliano Simeone y Sergio Bermejo llegan a la cita más especial hasta la fecha con problemas físicos, alejados de la dinámica habitual de entrenamientos. Fran Escribá anunció ese secreto a voces en la rueda de prensa previa al partido. Dijo también que espera que lleguen al duelo a tiempo, mientras daba prácticamente por descartada la opción del regreso de Iván Azón. Bermejo y Giuliano Simeone se han convertido en piezas esenciales del ataque del Real Zaragoza y a los dos les hace falta exactamente lo mismo: el primer gran partido en una cita señalada.
Sergio Bermejo, la llave maestra
Sergio Bermejo marcó en su última vez en La Romareda un gol ganador. Hubo un punto de casualidad en la resolución de la jugada, pero no suerte en su partido ante el Ibiza. Bermejo había sido el dueño de todos los atajos en el partido. Actuó en la zona del 10, probó su talento entre líneas y jugó con el yoyó. Fran Escribó buscó entonces una sentencia en rueda de prensa para sintetizar el fútbol del equipo: “Hemos sido capaces de encontrar a Bermejo”. Es un resumen simple, pero define a la perfección el lugar del madrileño en el plan de Escribá. Bermejo almacena el talento y representa el valor de la diferencia.
Discreto muchas veces y diferencial en ocasiones, es el típico jugador que hace dudar a sus entrenadores. Incomprendido con Carcedo, Escribá fue su primer maestro. Y le valora como el mejor de sus discípulos, como la llave maestra del grupo. Un poco de Bermejo es mucho para el Zaragoza. Si es capaz de recuperarse de sus molestias, tiene un lugar especial en la idea: es el futbolista que mejora las jugadas.
Giuliano Simeone, el camino hacia el gol
Giuliano Simeone es, con permiso de Jair Amador, el mejor argumento ofensivo del Real Zaragoza. En su fútbol hay derroche, hambre y ambición. También error, pero tiene una capacidad especial para rehacerse, para intentarlo de nuevo. En sus últimos dos partidos, ha perdido un punto de explosividad y sigue en busca del acierto que encontró en algunos tramos de la competición, muy especialmente en Ponferrada.
Frente al Albacete un par de sus gestos probaron que algo no iba del todo bien. Joven y con un punto de inconsciencia, Giuliano es incapaz de regularse, de reducir su intensidad en las disputas. Escribá conoce ya su carácter y lo retiró en el último tramo, con la idea de reservar sus carreras para el duelo ante la SD Huesca. Hoy le espera la jaula de Ziganda y un equipo lleno de especialistas defensivos.
Una cualidad que siempre destacaron sus técnicos de formación es su rendimiento en los partidos importantes. En el último curso, con el ascenso a la vista, el argentino firmó sus mejores actuaciones. En los encuentros de la verdad, Giuliano es más Simeone que nunca.
Tocados en el plano físico, Fran Escribá espera la recuperación de Bermejo y Simeone para el duelo en La Romareda. Si el primero es el talento, el segundo representa el fútbol sin reservas. La suerte del Zaragoza depende de que ambos se encuentren en el juego. Los dos sueñan hoy con su primer gran partido.