ZARAGOZA | El Real Zaragoza parece entregado a un sistema, sujeto a pocas variables en su temporada. Quizá la llave de todos los planes reside en el medio campo, donde el Zaragoza sigue en plena búsqueda, sin un dominio claro del juego, sin una mezcla definitiva. El fútbol recurre a citas célebres para explicarlo todo. Entre ellas, en la cocción de este deporte, vuelve una frase de Juanma Lillo, que siempre destacó como teórico de este juego: “Dime qué mediocampo tienes y te diré qué equipo eres”. En esa línea, el Zaragoza todavía sigue en plena indefinición, sin saber el equipo que es, sin tener un mediocampo que recitar de memoria.
Las lesiones, los planes del rival o las elecciones de Víctor Fernández confirman esa impresión. Se parte de una premisa clara: siempre que Keidi Bare ha estado se le ha considerado imprescindible. Sucede que el mediocampista albanés, acostumbrado a faltar poco en sus últimas temporadas, no ha estado disponible ya en 7 encuentros en esta. A partir de ahí, se han sucedido combinaciones diferentes, variables distintas que han proporcionado mayores certezas en el marcador que en el juego. Víctor Fernández explica su media en torno a un concepto clave: las mezclas. A partir de esa noción hay 5 parejas diferentes, con una excepción en forma de rombo, que llegó en Elda.
Variantes en la media
La media más repetida hasta la fecha es la que forman Keidi Bare y Marc Aguado. Como punto de partida, han coincidido en cinco ocasiones. Cuatro llegaron en las primeras jornadas, frente a Cádiz, Cartagena, Mirandés y Elche. La vuelta de Keidi Bare tras su lesión permitió el regreso de la pareja de cabecera ante el Tenerife. El balance de esos partidos es el más favorable entre todas las combinaciones. Cuando el once se inició con ellos dos, el Zaragoza sumó cuatro victorias y un empate, con 12 goles a favor y solo 3 en contra. Esa lectura tiene truco. Ante el Cartagena y Tenerife fueron sustituidos y sus reemplazos, Francho Serrano y Toni Moya, tuvieron una incidencia directa en las remontadas que llegaron luego. Ante el Elche, con la marcha por lesión de Bare y la sustitución de Aguado, Serrano acudió en el tramo final para completar la goleada.
A esa combinación le siguen otras dos posibilidades desde el once, con tres partidos cada una. Francho Serrano ha coincidido con Toni Moya las mismas veces que con Marc Aguado. El balance en la pareja Moya-Serrano es de un triunfo y dos derrotas, con cuatro goles a favor y cinco en contra. Esa propuesta se puso en marcha ante el Levante, Sporting de Gijón y Racing de Santander. Sirvió para vencer e ilusionar a La Romareda ante el club granota, pero quedó en mal lugar frente al Sporting y el Racing.
La mezcla en la alineación de Marc Aguado y Francho Serrano es más reciente. Víctor Fernández la ha elegido en los últimos tres partidos y los resultados ofrecen algunas luces y pequeñas sombras. La pareja se estrenó con triunfo y un gran nivel frente al Granada, pero no consiguió ni dominar ni vencer a la SD Huesca o al Málaga. El balance es estable: el equipo no ha perdido con esa pareja sobre el césped y ha conseguido sumar 3 goles y recibir solo 2.
Las últimas dos combinaciones tienen el sabor de la derrota. Quizá considerada como la media ideal del Zaragoza, la mezcla entre Keidi Bare y Toni Moya solo se ha visto en dos ocasiones. El Zaragoza perdió ante el Almería y el Castellón con ellos en el once, en un balance que es desfavorable también en las áreas: 2 goles a favor y 4 en contra. El binomio Marc Aguado y Toni Moya tampoco funcionó en Burgos, en una cita en la que el Zaragoza perdió sobre la bocina, curiosamente cuando ambos habían sido ya retirados del césped.
La mayor singularidad del curso llegó en Elda, en un duelo en el que Víctor Fernández ensayó un rombo en el que juntó a Marc Aguado, Keidi Bare y Francho Serrano. El experimento, útil pero poco trabajado, naufragó en El Nuevo Pepico Amat. De hecho, deshacer el rombo sirvió para vencer en la segunda mitad. Y llama la atención que haya sido la única vez que Bare y Serrano han coincidido en el once.
Víctor Fernández le da vueltas a un puzzle en el que las piezas no acaban de encajar. El equipo se entrega a sus delanteros y ha perdido equilibrio en las últimas jornadas, inconstante también en el juego, incapaz de imponer siempre su propuesta. La media es el fiel reflejo de un equipo que puede ser ganador sin llegar a controlarlo todo. Indefinido todavía, cuesta acertar con la media que se verá en Córdoba o el equipo que puede ser el Zaragoza en el Arcángel. En el fondo son dos variantes de la misma cosa, básicamente porque los equipos se hacen grandes cuando tienen un once que recitar de memoria y una media que saberse de carrerilla.