ZARAGOZA | El Real Zaragoza perdió en 10 minutos lo que no había podido ganar en una buena primera mitad. Provocó muchas cosas en ese tiempo: media docena de opciones, un par de paradas de Lizoain y un gol que el VAR le negó. En la segunda mitad, el Albacete cambió la historia y pegó pronto, para tumbar al Zaragoza en el Belmonte. Un rechace y un despiste imperdonable fueron suficiente para escribir la derrota. También para mostrar que este juego se decide en los detalles, para probar que nunca hubo justicia ni corazón en el fútbol.
Las notas del Real Zaragoza
Gaëtan Poussin (2): Dubitativo en el juego de pies, perdió ángel en El Belmonte. Pudo hacer más en el primer tanto y perdió todas las referencias en el segundo, en un fallo que le enseñó sus fantasmas.
Iván Calero (4): Bueno en lo correcto, pobre en lo excepcional. Ha perdido brillo en ataque: improvisa mal y poco. Se conforma con menos de lo que tiene.
Bernardo Vital (5): Mejoró sus últimas actuaciones, sin alardes, pero sumó registros en los duelos y en las acciones divididas.Ber
Lluís López (4): Sin finura en el inicio de las jugadas, el fútbol le derrota en el cara a cara, donde parece un jugador menor. Su brazalete cada vez se entiende menos.
Enrique Clemente (6): Firmó una buena primera mitad, correcto en la salida del juego, aplicado en la defensa colectiva. Llegó a marcar pero el VAR le birló un gol sin que las imágenes decidieran si era justa o no su intervención. Debe progresar en sus despejes, pero ha recuperado su confianza y mejorado sus registros.
Adrián Liso (5´5): No jugó en su sitio y se adaptó bien al carril, especialmente en la primera mitad. Ganó la banda y recuperó el regate que no. Perdió fuelle en la segunda mitad y la referencia de Sáenz en el primer tanto. Su prueba en ese lugar
Kervin Arriaga (7): Corrector, su impacto en el Real Zaragoza es ya total, de largo el mejor hallazgo del invierno. Estuvo firme, sólido en las coberturas. Ganador de pequeñas batallas, duele ver que el Zaragoza no consiga ganar con él sus guerras.
Toni Moya (6): Preciso, se le ve cómodo con Ramírez, liberado y con un peso que antes no tenía. Le falta añadir más continuidad y personalidad a sus partidos.
Pau Sans (6’ 5): El partido fue tan injusto con él como con todo el Zaragoza. En la primera mitad, se ofreció, disparó y mejoró la jugada. En la segunda, perdió pie y el Zaragoza lo notó sin consuelo, hundido ante dos golpes que no había previsto. Le faltó oficio en la barrera del segundo tanto.
Samed Bazdar (5): Sigue notando la falta de partidos, el tiempo de inactividad. En la primera mitad se le vio más entonado y bordeó el gol, pero se topó siempre con Raúl Lizoain, en una de esas partidas que marcan todas las cosas.
Cambios del Real Zaragoza:
Alberto Marí (6’ 5): Tuvo impacto en el partido, guardó el balón y supo progresar en conducciones que antes no había alcanzado. Le dio a Dani Gómez el gol de la esperanza.
Ager Aketxe (6): Sobó el balón, asumió la responsabilidad en su salida al campo y encontró espacios para él y para el resto. A su partido le faltaron disparos, pero le siguen sentando bien las luces de la segunda parte.
Dani Gómez (7): Su entrada mejoró al Zaragoza, le añadió pólvora y remate. Sin elegir siempre bien, pudo forzar un penalti y marcó. Acudió a la zona de remate y mostró que en sus botas sigue habiendo goles.
Adu Ares (6’ 5): Se le vio fino, aplicado en el regate, atrevido en el tiempo que tuvo. Fabricó el gol de Dani Gómez, en una acción en la que coincidieron tres de los suplentes.
Jaime Vallejo (SC): Su debut puso en valor su recuperación y una lucha constante y silenciosa. Quedó empañado por una nueva derrota colectiva.
Entrenador:
Miguel Ángel Ramírez (5): Ganó en la propuesta, pero perdió en el fútbol y en las áreas. Todo lo que había construido el Real Zaragoza durante 45 minutos, se esfumó en dos suspiros, en dos zarpazos del rival y dos despistes de su equipo. Le costó reaccionar, impulsar la respuesta de su equipo y mantuvo el sistema en exceso. Los cambios acercaron al Zaragoza, pero el equipo llegó tarde a la lucha por el empate. El balance (5 de 15) es tan doloroso como preocupante.