ZARAGOZA | El fútbol va mucho más allá de patear un balón. En el mundo del deporte rey, los estados de ánimo, la confianza y las dinámicas juegan un papel crucial en el desarrollo de los futbolistas. Dentro de la plantilla del Real Zaragoza hay dos ejemplos claros referidos a estos aspectos. Dos jugadores que están viviendo una segunda vida desde la llegada de Víctor Fernández gracias a la confianza aportada y gracias también a un cambio en el estilo de juego del equipo.
La medular zaragocista ha vivido diversos vaivenes durante los meses de competición. Marc Aguado, Toni Moya y Francho Serrano se establecido como los dueños del centro del campo del Real Zaragoza, pero en este momento la realidad es diferente. Y es que la lesión de Francho ha obligado no solo a cambiar el sistema, sino que también ha exigido que tanto Marc Aguado como Toni Moya den un paso hacia delante. El pasado sábado en el feudo del Levante, ambos certificaron su crecimiento y realizaron un buen encuentro en el que explotaron sus mejores virtudes.
El balón parado y el golpeo desde fuera del área son cualidades que Toni Moya explotó en el Deportivo Alavés, pero que durante esta temporada ha exhibido a cuentagotas. En el Andorra, Marc Aguado se erigió como uno de los mejores centrocampistas de la categoría gracias a su dominio del esférico y su capacidad para observar el juego. Sin embargo, en el Real Zaragoza han mostrado versiones prácticamente antagónicas a las de tiempos pasados. Aun así, no todo está perdido, pues ambos han encontrado en Víctor Fernández una figura en la que confiar y escuchar para desarrollar su juego.
Buscarse para encontrarse
Toni Moya y Marc Aguado se están comenzando a encontrar en las últimas semanas. El ‘21’ suma ya dos asistencias, y en el Ciutat de València dejó boquiabiertos a todos con un asombroso disparo lejano que acabó en el fondo de las mallas. Por otra parte, la mejoría de Aguado pasa por un casi impoluto rendimiento defensivo. Entre los dos jugadores está naciendo una compenetración que no solo mejora a ellos, sino al resto del equipo.