ZARAGOZA | Las pretemporadas se explican a través de las sensaciones y cualquier conclusión parece siempre precipitada. Partiendo de esa premisa, hay registros del juego que definen el primer rostro de los equipos y Escribá dibuja los bocetos del Real Zaragoza.
Los cinco ensayos descubren a un Zaragoza agresivo, aplicado en la presión adelantada. El grupo está especialmente comprometido en ese matiz, bien trabajado también en el plano físico. Las emboscadas son constantes y se activan en la salida del balón del rival. Especialmente en dos contextos muy concretos del juego: cuando el fútbol del contrario se orienta a los perfiles y cuando el oponente recibe de espaldas. En ese lugar del partido, los delanteros son siempre los primeros defensores.
La fidelidad al sistema también es una de las claves del nuevo Real Zaragoza. Escribá confía en todos sus intérpretes, pero predomina un solo dibujo. Su 4-4-2 tiene algunas limitaciones y probablemente la abundancia de mediocampistas permita jugar a más cosas. Pero, de momento, casi todos los ensayos se limitan al mismo sistema.
Marc Aguado y Toni Moya definen una propuesta de juego más posicional, que se escribe a través de las leyes del pase. Francho Serrano y Maikel Mesa describen otra variante. Serrano aparece con su fútbol dinámico, ágil en los pies y en la cabeza. Mesa ha mostrado una capacidad innata para llegar al lugar del remate, para sorprender en el área.
El peso de los fichajes también marca los primeros rasgos del equipo. Maikel Mesa parece ya un jugador imprescindible. En los cinco ensayos ha mostrado que es un futbolista maduro, un producto definido. Aparece cerca del delantero, indetectable y elástico, con tres goles en sus botas y una asistencia. Además de su inteligencia táctica y su remate desde la segunda línea, Mesa pone a disposición del grupo unos recursos técnicos que siempre mejoran la jugada.
Toni Moya se ha hecho con un lugar en el mediocampo. También tiene goles en sus botas y una visión especial del juego. Planea la jugada y domina, junto a Marc Aguado, el lenguaje del pase. Sinan Bakis y Sergi Enrich buscan un remate que le dé sentido a todo lo que aportan en el juego colectivo. Son generosos, le dan aire al grupo y proyectan con Iván Azón un tridente prometedor.
El stage del Pinatar ha confirmado también el peso de la cantera en el proyecto. Alberto Vaquero, Juan Sebastián, Andrés Borge, Pablo Cortés, Marcos Cuenca o Adrián Liso han jugado sin complejos, con la valentía que distingue a los recién llegados. No les ha pesado la camiseta del primer equipo y han rallado siempre a buen nivel. Alberto Vaquero ha mostrado inteligencia táctica en un lugar que no es el suyo. Andrés Borge ha acudido puntual al corte. Juan Sebastián ha mostrado su zancada y se ha sentido cómodo en cualquiera de los dos perfiles. Pablo Cortés ha probado que hay magia en su zurda. Y Marcos Cuenca y Adrián Liso le han dado al equipo la profundidad que siempre necesita.
Escribá proyecta poco a poco un Real Zaragoza mejor que todos los anteriores. A la espera de incorporaciones en los extremos y mientras Cordero prepara algunas sorpresas, el balance de la pretemporada es bueno, el de un equipo que ilusiona antes de que todo empiece. Solo la temporada ofrece conclusiones, pero las primeras impresiones proyectan a un grupo competitivo, con recursos en el juego y soluciones con el partido en marcha. Escribá escribe las primeras pistas del nuevo Zaragoza.