Acabó la primera parte de la temporada LEB Oro 2018/2019 con un Levitec Huesca en un tercer puesto que rubrica la mejor primera vuelta de su historia en la categoría, pero más allá de eso, podemos ver cómo se comporta el equipo de Guillermo Arenas en los partidos, con sus tónicas habituales tanto en casa como fuera de ella.
Los inicios de los choques no son lo más destacado de los peñistas, teniendo que comenzar a remolque, ya que su primer cuarto promedia 18,8 puntos mientras que los rivales anotan 21,4, casí 3 tantos de diferencia que no se recortan hasta la segunda parte, ya que aunque se mejora en el segundo cuarto, sumando 19,6 puntos por 18,3 de los contrarios, no se consigue llegar a mitad del encuentro con ventaja.
El paso por vestuarios sin duda espolea a los oscenses, las palabras de Guillermo Arenas y la conjura de equipo por revertir la situación, hace que el tercer periodo sea el mejor de los verdiblancos, con 20,1 puntos anotados, subiendo su intensidad defensiva a la vez, dejando a los rivales en 17,9, una defensa que continúa en el cuarto final, ya que aunque Levitec Huesca sume menos puntos, 18,5 de media, deja al rival en 17,5, siendo el último periodo el más flojo de los rivales.
En casa se vive mejor
Que el Palacio de los Deportes sea un fortín se fragua también en las segundas partes, donde el equipo pasa por encima de su contrario en la segunda parte, momento donde curiosamente la afición también está más encima de los suyos, aupando a Levitec Huesca y poniéndo nerviosismo en la piel de los rivales.
Igualan más los inicios, aunque en el primer cuarto sigue perdiendo de forma muy leve, anotando de media 19,9 puntos por 20 de los rivales, pero a partir de ahí comienza el rodillo peñista, con un segundo cuarto donde ya empieza a poner diferencias, sumando 20,6 puntos por 17,5, sacando el orgullo de jugar en casa, siendo el periodo en el que mejor defienden.
La salida de vestuarios es cuando mayor acierto hay, con 22,6 tantos dejando en 18,8 al contrario, casi 4 puntos de diferencia que sumados a los del segundo cuarto van marcando el devenir del choque, algo que se reafirma en el periodo final, donde nuevamente se pasa la veintena con 20,3 puntos anotados, volviendo a subir la defensa para dejar al rival en 17,6 para acabar celebrando la victoria como ha ocurrido en todos los choques jugando como locales.
Lejos del Palacio la vida es dura
Son 4 las victorias y 5 las derrotas lejos de Huesca, pero en los números se puede ver dónde reside el mayor problema cuando no se juega al calor de la afición, y es que el equipo no sale enchufado cuando no siente el aliento de los suyos, ni tampoco aplica su mejor defensa, haciendo una gran diferencia entre puntos anotados, 17,9 y tantos recibidos, 22,7, casi 5 puntos que cuesta mucho recortar.
En el segundo periodo todo se iguala más, sin ser suficiente, anotando un poco más, 18,7, y sobretodo recibiendo menos, 19 puntos. Nuevamente el paso por vestuarios es el mejor momento de Levitec Huesca, siendo el único cuarto con saldo a favor fuera de casa, buscando remontar el déficit, anotando 17,9 puntos, y sobretodo defendiendo mucho mejor que nunca, dejando a su rival en 17,2 tantos.
Ya en el periodo final, los nervios se apoderan, siendo el cuarto donde menos se suma al marcador, tan solo 16,9 puntos, teniendo el rival un mayor acierto, ya que refleja una media de 17,4 puntos.
Empezar mejor, aspecto a mejorar
Los números dictan sentencia, y los comienzos de los partidos, tanto como locales como sobretodo como visitantes es el aspecto a mejorar del equipo, siendo las segundas partes mucho mejores, en las que se anota más, pero destacando que se defiende mejor y se deja a los rivales en una menor anotación.