“La situación económica del Club Baloncesto Peñas es crítica”. El entrecomillado es de Antonio Orús, presidente de la entidad. La cifra total del déficit se deja para darla a conocer esta tarde, en el transcurso de la asamblea. Pero sí dejó una pista. La temporada pasada se cerró a 30 de junio con un ‘agujero’ de unos 200.000 euros.
El discurso del máximo responsable de la entidad ha tenido mucha entonación de autocrítica. En este sentido no ha ahorrado responsabilidades propias como responsable de la junta directiva. “No hemos sabido aumentar nuestro club de empresas ni de patrocinadores; ni fidelizar a los que ya teníamos y como junta directiva hemos fracasado para que, al menos, como mínimo estuvieran inalteradas, tampoco hemos sabido encontrar la fórmula para que la gente viniera al Palacio ni hemos cuidado a nuestros patrocinadores”, subrayó Antonio Orús. Y a todo ello se suma la apuesta por el fichaje de jugadores extracomunitarios que “multiplica por 17 el coste de las licencias de un jugador nacional o comunitario”.
La crisis económica es la derivada de más gastos que ingresos y acelerada por la pérdida de subvenciones, especialmente del Gobierno de Aragón. De los 183.000 euros en el primer balance económico que firmó su junta a los 123.000 para la anterior campaña, aseveró Orús. Sí salvó en este capítulo al Ayuntamiento de Huesca y a la Diputación de Huesca por mantener e incluso aumentar las subvenciones.
La Covid-19 aceleró el descalabro
Si la situación económica ya entró en barrena por los cambios propios federativos -tercer árbitro, eliminación de cuota por ascender a la ACB que llevó a plantillas más fuertes a las que no pudo contraponer el Peñas ya que encareció la nómina de cada jugador- la pandemia apuntaló el descalabro económico. La Covid-19, en palabras de Orús, “impidió” que el club siquiera “llegara al 10% de lo presupuestado -en la anterior temporada- por abonos, taquilla, bar y ‘merchandising’. El descenso de los ingresos por patrocinios fue de un 50% respecto a la 2019/20. Y los gastos fijos fueron los mismos”.
Antonio Orús señaló que la actividad deportiva, tanto del primer equipo como de la cantera, se mantiene por el apoyo del Ayuntamiento oscense y la DPH, así como porque los miembros de la junta directiva ponen dinero de “nuestro bolsillo desde hace más de dos años” además de avalar con su patrimonio los préstamos y pólizas de créditos firmados por el club.
Campaña de solidaridad
Con el objetivo de seguir manteniendo a flote el club, los patrocinadores más fieles y la propia SD Huesca han sido claves para que el hundimiento de la entidad no sea una realidad. Antonio Orús fue muy claro tras lo expuesto: “Necesitamos ayuda”. Y en este sentido, con el apoyo de La colmena creativa lanza una campaña para concienciar a todos los aficionados la necesidad de salvar al club. Para ello, la directiva quiere “llenar el Palacio. Con cinco partidos con el Palacio lleno se salvaría la situación económica del club”, afirmó. La campaña también va dirigido a patrocinadores privados y se acompasa con un ‘crowdfunding’.
Antonio Orús subrayó que en el caso de que la campaña no surta el efecto deseado –conseguir 150.000 euros- el club “corre peligro”.