Dani Lasure, zaragocista de pro y canterano blanquillo, ha jugado la segunda mitad de la temporada en el Heliodoro Rodríguez López como cedido. El CD Tenerife apostó por el lateral zurdo y ha tenido minutos en las islas de la mano de Rubén Baraja. Lasure, que vive desde fuera los Play Off, espera que el Real Zaragoza pueda conseguir el objetivo del ascenso.
P. ¿Cómo vivió Dani Lasure el confinamiento?
R. Bueno, al final es una situación complicada. Lo viví con tranquilidad, siendo una experiencia alterada. Con la reanudación de los entrenamientos, se recuperó un poquito la normalidad y la verdad que eso me alegró mucho. Tenía lejos a mi familia y eso sí que lo sufrí. Pero, afortunadamente todo fue bien.
P. ¿Durante su estancia en Tenerife, mantenía contacto con alguien del Real Zaragoza?
R. Sí. Lalo me escribía alguna vez. El doctor también, y gente del cuerpo técnico. Obviamente, también jugadores con los que mantengo relación. He mantenido contacto en todo momento.
P. ¿Le costó dar el paso para aceptar salir cedido, siendo que era la primera vez que se iba a jugar fuera de casa?
R. Sí. Era la primera vez, y dar ese paso nunca es fácil. Separarte de la familia y de los amigos, que eran las consecuencias, no era nada agradable. Pero al final es una decisión profesional, que es la que prevalece. Luego, me adapté rápido a la situación. Era lo que había que hacer para centrarme en mi trabajo.
Dar ese primer paso para salir cedido no es fácil, pero es una decisión profesional
P. ¿Qué le hizo decantarse por Tenerife y rechazar a otros equipos?
R. La verdad es que me atraía por muchas razones. Para el poco tiempo que iba a estar en un sitio, sabía que la adaptación aquí iba a ser rápida, por el entrenador, por el entorno del club… y sobre todo la insistencia del equipo en contar conmigo. Al final, son muchas cosas que te hacen pensar que este es el sitio y decantarte.
P. Volviendo al pasado, y en concreto a tu participación desde 2017. ¿Cómo y cuánto le marcó el fatídico encuentro frente al Numancia en los playoffs?
R. Si que es cierto que en un primer momento sufres mucho, porque a nivel emocional es un palo tremendo, pero yendo más allá, cuando pasa un poco de tiempo te das cuenta de todas las consecuencias y de todo el mal que provocó aquello. De que era aún peor que un simple golpe. Los jugadores estábamos destrozados y la afición respondió de manera increíble. Pero fue un palo muy duro. El equipo estaba muy unido y hacíamos piña también fuera del campo. Fue una tristeza inmensa, nadie entendía que acababa de pasar.
P. ¿Qué tal se llevaba con Ángel Martínez? Su competidor entonces por el puesto.
R. La verdad que muy bien. Como te digo el equipo estaba muy unido y eso era una gran baza a favor. Teníamos una relación excepcional tanto dentro como fuera del campo. Aprendíamos los unos de los otros, nos ayudábamos y todos asumían su rol jugase quien jugase. Fue un año muy rico en el aspecto personal y profesional. Ello ayudó a que llegásemos tan lejos. Lástima que no pudiese acabar como queríamos.
P. En la temporada 18/19, el equipo se cae y firma una temporada bochornosa. ¿Cómo lo vivió a nivel profesional y personal?
R. Bueno, fue un año complicado. Los objetivos eran muy distintos y nos complicamos la temporada jornada tras jornada. Como te digo, no era lo esperado. El equipo quería mantener la guardia y conseguir algo grande, estar arriba. Empezamos bien, pero nos fuimos diluyendo. Ocurrió una serie de cosas que nos hizo mirar hacia abajo. Tanta inestabilidad no era bueno, y al final lo estabilizamos y salvamos la categoría que ni muchísimo menos era el objetivo. Fue un año muy duro en todos los aspectos para todos.
P. Su primer gol con la camiseta del Real Zaragoza llega en Almería, con un zurdazo a la escuadra. ¿Cómo se sintió?
R. Es una sensación increíble. Poder marcar gol con la camiseta del equipo de tu vida, por primera vez y en una categoría profesional es lo más. Una de las alegrías más grandes que he tenido, y sobre todo orgulloso porque al final es algo que peleas desde tiempo atrás. Fue una sensación genial, de orgullo.
El gol en Almería fue lo más. Una sensación increíble
P. Tiene que ser especial disputarse el puesto con alguien de la casa, y amigo suyo. ¿Cómo lleva la competencia con Carlos Nieto?
R. Muy bien. Es una alegría tremenda disputar el puesto con alguien de casa. En el filial ya coincidimos, aunque si bien es cierto que lo hacíamos en distintas posiciones. Él jugaba de interior y yo lo hacía de lateral. Pero siempre prefieres jugarte el puesto con alguien de casa, y la verdad que es una alegría muy grande.
P. Llega enero y se marcha cedido para continuar su progreso. ¿Cómo lo ve?
R. Es algo necesario. Cuando crees que necesitas ver todo desde otro punto de vista, para madurar en todos los aspectos, y tener una bocanada de aire fresco, la verdad es que te das cuenta de que la cesión te va a venir bien para ello, para verlo desde fuera y saber en qué puedes progresar para dar el empujón y volver más fuerte.
P. Finalizada su cesión, en cuanto termine esta extraña temporada, será a todos los efectos y de nuevo, jugador con contrato en vigor del Real Zaragoza. ¿Cómo ve la situación y cual es su idea?
R. Mi intención es seguir, claro. De momento animar al equipo desde fuera para la promoción, a ver si conseguimos el objetivo. Me alegraría enormemente.
P. ¿Qué mensaje le daría a los canteranos que están peleando por llegar al fútbol profesional?
R. Que luchen hasta el último suspiro, que es algo difícil y hay que ganárselo, pero que den todo por el equipo y de esa forma conseguirán llegar a lo alto.