Nadie le habría dicho hace cinco partidos al Real Zaragoza que se jugaría en Leganés acabar más cerca del playoff que de la zona roja. Nadie le habría dicho al Girona del curso pasado que acabarían ascendiendo después de empatar en Montilivi ante los blanquillos en la jornada 12. Nadie le habría dicho al Numancia que visitó La Romareda en puesto de playoff en enero de 2020 que terminaría bajando tras una segunda vuelta fatídica. La Liga SmartBank es la competición de las mil oportunidades. Esa carrera de fondo en la que no se puede dar nada por sentado. Menos aún en diciembre y todavía sin haber terminado siquiera la primera vuelta.
Fran Escribá ha retrocedido los pasos que anduvo Juan Carlos Carcedo hacia un modernismo infructuoso. Con una revitalización exprés de principios y plantilla, la recuperación de jugadores para la causa y el mayor dominio en ambas áreas, el técnico valenciano ha cambiado el prisma zaragocista en poco más de un mes. Ha convertido en realidad la utopía del pasado a partir de un discurso coherente que optimiza recursos.
Leganés, ya en el horizonte
La última parada del 2022 será Butarque, territorio inexpugnable para los maños. Ahí espera el Leganés de Imanol Idiákez, al que Escribá ya ha empatado en victorias ligueras como entrenador del Real Zaragoza habiendo dirigido siete partidos menos. El conjunto pepinero mantuvo al exzaragocista en el banquillo y tras una racha de 9 encuentros sin perder, han escapado de la quema de forma incontestable.
En medio de un ambiente similar, dos de los mejores equipos de la categoría de las últimas semanas miden cuán de ambiciosos pueden llegar a ser sus respectivas plantillas. Con el playoff asomando a lo lejos, esa zona que tantas veces ha premiado arreones finales y evoluciones meteóricas dentro de una misma campaña, el Real Zaragoza visita al equipo que cortó de raíz cualquier aspiración al bloque de Juan Ignacio Martínez el curso pasado en La Romareda.
Puede parecer irónico, pero al Real Zaragoza le surge la oportunidad de agarrarse a un clavo ardiendo en el último partido de diciembre: fútbol, optimismo y Liga SmartBank. Esa terna que tantas veces le ha arrebatado objetivos, ahora es el antídoto para empezar a esclarecer la meta final de la temporada.