Finiquitada la pretemporada con la victoria contra el Alavés, el Huesca está a las puertas de entrar en semana de competición. El fútbol quema etapas a velocidad de vértigo. Y a Leo Franco le toca hacer balance de lo hecho. “Es positivo. Ha llegado gente nueva, la gente del año pasado ha tomado el rol que debía tomar; señalar el camino para hacer un gran equipo y estoy feliz con ello. Los chicos nuevos se fueron acoplando de una manera extraordinaria”, dijo el entrenador del Huesca.
La pretemporada deja dos victorias ante rivales de la misma categoría, aunque Leo no entró en euforia alguna. “Me quedo con lo bueno y con lo malo; de lo primero para mantenerlo y reforzarlo con el trabajo diario de cada semana y de las malas cosas intentando apartarlas para que el equipo tengael máximo rendimiento de cara al campeonato”, señaló.
El preparador subrayó con énfasis que está “muy feliz” con el trabajo de la pretemporada, porque los jugadores “se esfuerzan en todo momento y se esfuerzan cada día en cada entrenamiento de una manera espectacular”. En cuanto al sistema de juego que va a proponer, el argentino se aferra al 4-4-2, aunque lo dijo entre risas. “Es un poco la base, la línea de 4 y a partir de allí iremos haciendo modificaciones. Lo que ocurre –añadió- es que los sistemas de juego siempre se van modificando en cada jugada”.
Con días para cerrar el mercado, Leo Franco esquivó de forma elegante cualquier petición y se aferró a que está “feliz” con lo que tiene para trabajar. Y respecto al primer partido de Liga, en el estreno contra el Éibar al que ya ha ganado en pretemporada, el técnico definió al conjunto vasco como “un equipazo” y advirtió que “no será el del otro día y tendrán otros jugadores dentro del terreno de juego. Toca trabajar y planificar cada entrenamiento de cara al rival”.