El Levitec Huesca La Magia recupera a Abdul Dial y posiblemente no pueda contar Carlos Lanau con Sikiras, que se lesionó en un hombro durante el partido contra el Girona. Oviedo es la próxima cita de un Levitec Huesca La Magia que se queda ya sin margen de maniobra para anclarse en la LEB Oro. La semana ha sido difícil. Hoy sí podrá entrenar con 10 jugadores, los días anteriores no.
El técnico del Peñas ha subrayado en rueda de prensa que no hay más objetivo que el “de competir” cada partido. Nada más. Lanau nunca varía su discurso. Sabe que la situación del equipo en la tabla es la que es desde hace muchas jornadas por lo que intentar, mentalmente, sobreponerse “a una situación prácticamente definitiva solo te puede llevar a la frustración”.
Oviedo es otro de esos equipos que funcionan bien y desde que Lezcano asumió las riendas de la dirección hace bien las cosas. Es uno de los pocos equipos a los que ha ganado Peñas esta temporada. Coincidió con la llegada al quinteto altoaragonés de Xavi Rey. Esa victoria abrió la esperanza de que la situación del Peñas diera un giro. Más cuando los asturianos llegaron a Huesca con una buena racha de resultados.
Así las cosas, el partido suma el aliciente de un Huesca contra un rival al que ganó y al que le gustaría repetir y un Oviedo que quiere olvidar lo sucedido en el Palacio con una victoria ante el colista. Ahora, eso sí, este Peñas es absolutamente distinto al del partido de la primera vuelta.
Oviedo, ha explicado Carlos Lanau en rueda de prensa, propone un baloncesto “intenso, muy dinámico. Es uno de los equipos con más rigor en el juego. Tenemos que estar a su nivel de intensidad si queremos llegar al final del partido con posibilidades”. El problema es que Sikiras, con el brazo en cabestrillo, no estará y es uno de los jugadores más intensos del equipo.