Tres jornadas son las que faltan para acabar la primera vuelta, y el equipo oscense ya ha llegado a la mitad de las victorias que a priori hacen falta para conseguir la salvación, viajando a tierras gallegas con buenas sensaciones, además de con el equipo completo tras la llegada de Vashil Fernández que se une a la de Mladen Pavlovic, para visitar a un conjunto que estaba dormido y que parece haber despertado hace varias semanas.
Este viernes 22 de diciembre a las 20:00 horas, el local Leyma Coruña recibirá a Levitec Huesca, en un choque entre equipos parejos en la tabla, ya que los gallegos poseen solamente 1 triunfo más que los oscenses, mostrando un balance de 7 victorias y 7 derrotas. No obstante más allá de la igualdad en la tabla, nos encontramos en frente a uno de los equipos más potentes de LEB Oro, posiblemente entre los 4 mejores, que se encuentra en esta situación debido a un mal comienzo de campaña, el cual están refrendando siendo el conjunto más en racha de la competición con 4 victorias consecutivas.
Con el durante muchos años entrenador ACB Gustavo Aranzana al mando del buque coruñés en lo que es su primera etapa, ha tenido que pasar un tiempo hasta que el equipo ha empezado a carburar como él quería, a pesar de haber conjuntado un bloque de muchos quilates y experiencia. En el puesto de base, aunque también puede ejercer de escolta, el americano Zach Monaghan, que tras 2 campañas en tierras gallegas, decidió este verano emigrar a la liga belga, volviendo a los pocos meses, ya con la temporada comenzada, al equipo coruñés rescindiendo su contrato, para seguir explotando ese baloncesto que el pasado curso le erigió como líder, gracias a sus puntos, desde todas las posiciones con gran acierto, su dirección de juego y su velocidad de acción tanto ofensiva como defensiva. El ex peñista Jorge Sanz continúa creciendo y de que manera en LEB Oro, un hombre que también comparte minutos con el “hijo pródigo” americano complementándose ambos combos base-escolta en la pista, jugador que suma en todas las facetas siendo uno de esos bases modernos capaces no solo de anotar, cada año con mayor acierto exterior, sino también de asistir y rebotear, no dejando solo en eso su juego, sumando a todo ello su intensidad defensiva, una de las mejores de toda la liga en el puesto de base, un dolor de cabeza para cualquier director de juego rival. El dominicano Mike Torres cierra la terna de bases, capaz también de jugar como escolta, un jugador muy vertical con gran capacidad de desborde en el 1×1, descaro en ataque y dureza defensiva gracias a su fuerte físico, llegado desde LEB Plata donde hizo un gran año.
En el exterior auténticas metralletas, que se complementan en muchos minutos con los jugadores citados anteriormente ejerciendo de escoltas, donde tanto Zach Monaghan como Jorge Sanz rondan el 40% de acierto desde el triple. El americano Trevor Cooney es un verdadero artillero, que después de jugar la pasada campaña unos meses con Baskonia en ACB tras realizar la pretemporada, y disputar posteriormente la liga alemana, ha decidido volver a España dando un paso atrás para lucir su peligrosa muñeca en LEB Oro, como ya demuestra su 44% de efectividad desde los 3 puntos, un hombre que suma al lanzamiento exterior más recursos ofensivos, además de estar esforzándose con las tareas defensivas. El alero alto es el danés Jonathan Gilling, que tras su buena campaña en Lugo, cambió de provincia, para seguir mostrandose como un jugador duro y físico, con gran intensidad defensiva, carácter, rebote en ambas canasta y buena visión de juego, además de una prodigiosa muñeca como refleja su 49% de acierto desde el triple. Cierra el exterior Ángel Hernández, un jugador que puede ocupar las posiciones desde base hasta alero, capitán de Leyma Coruña que cumple su quinta campaña en tierras gallegas, con buena capacidad de desborde, culminando con buenas penetraciones o lanzamientos de media distancia, sin ser tan efectivo desde el triple, que además es sacrificado en defensa, un jugador que está teniendo menor protagonismo que en campañas anteriores.
Jugadores duros y la mayoría con experiencia son los que merodean por la zona gallega, siendo la cara más conocida la de un clásico como el internacional Eduardo Hernández-Sonseca, un dominador de la zona con mucho talento y clase, capaz de jugar de espaldas al aro, levantarse desde media distancia o desde el triple, distancia que utiliza cada vez más a menudo, un jugador que cierra las defensas al ser difícil de parar, creando espacios para sus compañeros a quienes encuentra gracias a una gran visión de juego, sumando a todo ello su gran capacidad para cerrar el rebote defensivo. El también veterano Sergio Olmos comparte la posición de pívot puro, siendo ambos jugadores que se elevan por encima de los 2,10m de altura, un interior muy productivo estadísticamente hablando, aprovechando a la perfección sus minutos que esta campaña se han visto reducidos, con un buen 1×1 cerca del aro jugando de espaldas o de cara a sus rivales, siendo poderoso en la pintura intimidando a sus rivales con sus largos brazos en facetas defensivas. Desde el ala-pívot un seguro de vida como Dmitry Flis, que el pasado curso decidió dejar la ACB demostrando que le queda mucho baloncesto de calidad en sus manos, y es que el hispano-ruso tiene un arsenal de cualidades ofensivas, razón por la que es el máximo anotador de los interiores coruñeses, pudiendo abrir el campo para lanzar de cualquier posición incluido el triple, además de derrochar clase cerca del aro, con fuerza y técnica, aportando también dureza en su juego defensivo. Cierra la pintura el británico Jesse Chuku, llegado desde la primera división griega, un jugador muy físico e intenso al que le gusta jugar por encima del aro, capturando muchos rebotes e intimidando a sus pares con largos brazos con los que consigue tapones, siendo en ataque un jugador rápido que corre muy bien el contraataque, que se siente más cómodo con su tiro exterior y encarando a sus rivales.
Un equipo el gallego al que es difícil encontrarle una fisura, labor que tratarán de buscar los oscenses con el fin de hincar el diente a un club enrachado que tiene en su pista un fortín, pudiendo si esta vez competir ante un duro y alto juego interior gracias a la última incorporación. Concentración defensiva para evitar filtraciones que permitan a los de Guillermo Arenas llegar con opciones al final del encuentro que permitan traer una victoria de mucha entidad a Huesca.
Tres nombres
El faro: Zach Monaghan
Tristeza en Coruña tras la marcha de quien fue el pasado curso el jugador más destacado del equipo, tras 2 buenos años y unos playoffs el pasado curso donde rozó los 18 puntos por encuentro, pero ya con la temporada comenzada, jornada 6, volvía el jugador americano para volverse a enfundar la elástica naranja y el cartel de líder después de un fugaz paso por tierras belgas. Un base diferente, eléctrico, capaz de romper las defensas, con cambios de ritmo y tiros imposibles anotados desde cualquier zona del campo, creándose sus propios lanzamientos si es necesario con una gran elevación. Se ha tenido que amoldar a su nuevo entrenador, pero el buque insignia gallego ya carbura a la perfección, como reflejan sus números de 10,5 puntos, 2 rebotes y 5,1 asistencias en sus 8 partidos y casi 25 minutos por noche, con un acierto destacado desde el triple del 41%.
El termómetro: Trevor Cooney
Un fichaje de campanillas para esta LEB Oro con el cartel que traía de haber estado el pasado curso unos meses en el Baskonia de ACB, y es que el americano está llamado a ocupar cotas más altas, gracias sobretodo a una muñeca que es toda una metralleta desde más allá del 6,75m, como refleja su 44% de acierto en el triple, aunque es capaz de anotar tras bote más cerca del aro. Un tirador puro con una rápida mecánica, rocoso en cuanto a físico, que vive en gran medida de su acierto que es el que le permite a día de hoy ser el máximo anotador del equipo coruñés con 12,2 puntos por encuentro, sin duda un factor clave a detener en la medida que sea posible para en caso de anularlo acercar la victoria a tierras oscenses.
El tapado: Jorge Sanz
Entre tanto nombre parece ser un jugador al que nadie espera, pero el base madrileño está haciendo un auténtico temporadón, coqueteando con el triple doble en algún partido, razón por la que sus medias se han visto aumentadas por mucho con respecto a campañas pasadas, mostrando 9,4 puntos, 4,9 rebotes y 5,6 asistencias por partido, además de 1,4 robos de balón, para ser el más valorado del equipo con 19 tantos, el quinto mejor de LEB Oro y el primero de los hombres no interiores. Un verdadero incordio en la defensa, que todos los años le permitía tener impacto en su equipo con intangibles, pero su cada vez más fino lanzamiento de 3 puntos, donde esta campaña tiene un 39,5%, además de su descaro ofensivo, le convierten en un peligro en ataque que años atrás no tenía, un arma oculta que deja notar su presencia durante los 28 minutos por encuentro que disputa.
Las claves
Sin defensa no hay victoria, así de claro, un equipo con tanto arsenal ofensivo mires por donde mires que les convierte en uno de los máximos anotadores de la liga, obliga a los de Guillermo Arenas a estar concentrados durante los 40 minutos, ya que cualquier despiste puede dar con un parcial que a la postre sea insalvable, más aun cuando el calor de la afición no se encuentra en las gradas. A todo ello se suma que Leyma Coruña es el club que más asistencias por partido realiza, lo que habla muy bien del juego colectivo y el buen movimiento de balón que siempre tienen en ataque.
A pesar de tener una de las parejas de pívots más fuertes de la liga, no se caracterizan los gallegos por ser uno de los mejores reboteadores de la liga, un factor en el que un Levitec Huesca ya con 4 interiores disponibles en la rotación con el fichaje de Vashil Fernández y la recuperación de Kevin Van Wijk, debería intentar llevarse de su lado, para incrementar las opciones de victoria final, si bien los coruñeses a día de hoy son mejores reboteadores que los oscenses.
Llama la atención que Leyma Coruña es el segundo equipo con peor porcentaje en lanzamientos de 2 puntos, algo que hay que intentar mantener poniendo un cerrojo en la zona, teniendo que intensificar el esfuerzo en la línea exterior donde reside el verdadero peligro de un equipo que juega muy abierto buscando en muchas ocasiones el pase extra para el tiro liberado.
Recuperar el acierto perdido en el último partido celebrado en el Palacio de los Deportes es fundamental para llegar con vida a los últimos minutos, volviendo a rondar el 40% de acierto desde el triple que ayude a ver de cara un partido realmente complicado donde Levitec Huesca tendrá que dar el do de pecho para dar una auténtica machada ante un equipo en plena racha positiva con el objetivo de coger a los clubes cabeceros de esta LEB Oro.