Leyre Morlans (Panticosa, 1987) ya trabaja como entrenadora de la Real Federación Española de Deportes de Invierno (Rfedi). Acaba de regresar de Suiza y ya tiene el kit de viaje listo para ir a Noruega.
Una llamada de la Rfedi le ha cambiado su futuro más cercano. Las mismas siglas que truncaron su presencia en los Juegos de Vancouver, le han dado un enorme subidón. Mismas siglas, pero diferentes personas. Recibió la propuesta por teléfono y desde el pasado 1 de noviembre está en el cuerpo técnico de la Federación. Dejó de ser entrenadora del CEVA de Baqueira donde iba a firmar su tercera temporada y se enroló en el Spainsnow. “Hay una apuesta por los entrenadores nacionales y cuando te llama la Federación es lo máximo”, responde desde Panticosa.
En sus manos tiene la formación de tres promesas del esquí español. Las catalanas Julia Bargalló, Nuria Pau y Ana Esteve están en ese proceso de crecer como deportistas. Primero en Copas de Europa donde ya saben lo que es competir. El objetivo es ganar puntos y un día salir del cajón en pruebas de la Copa del Mundo. Las olimpiadas del próximo año, las de Corea del Sur, caen demasiado cerca. El objetivo es llegar a las siguientes o a las de cuatro años después. “¿Aragoneses? Ojalá. Hay que plantar bien. Se están haciendo bien las cosas”, responde cuando se le pregunta por deportistas aragoneses para estar en lo más alto del alpino español.
Leyre acaba de regresar de Saas-Fee (Suiza). Por allí están, entre otros, Miguel Galindo y Jon Santacana con los que también estuvo. La entrenadora de Panticosa, como dice, “ya tengo el kit de viaje preparado” y es que este sábado parte rumbo a Noruega para entrenar con sus pupilas cinco días antes de participar allí y en Suecia en pruebas de la Copa de Europa. Según los resultados se trazarán los nuevos objetivos.