Que el Huesca salió reforzado este domingo es una obviedad. Quizás un empate es insuficiente para lograr llegar al ritmo de puntuación de permanencia necesaria, pero la recuperación de los signos vitales es más importante ahora mismo. De la muerte futbolística de la primera parte en el Metropolitano, donde la competitividad fue nula, se pasó ayer a la disputa de tú a tú entre dos equipos que comparten categoría. Y no hablamos de un rival cualquiera, enfrente estaba un equipo más experimentado en Primera, con jugadores más contrastados y que veían hace una semana de empatar en el Camp Nou (no hace falta recordar cómo salió el Huesca de ahí).
La salida de la UVI deportiva no es casualidad y no responde al azar. Detrás hay un cambio de sistema y un posicionamiento que consigue optimizar los rendimientos individuales de algunos jugadores, crear más comodidad colectiva y, en definitiva, recuperar cierta esencia del proyecto pretérito. Que hasta ocho jugadores del año pasado salieran de inicio es revelador. Muchos expertos se cansan de repetir que un equipo recién ascendido no puede basarse en su plantilla anterior. Es probable que a la larga así sea, pero en situación límite mejor volver al confort de lo conocido que vagar como un muñeco roto sin alma.
“Leo Franco dio con el equilibrio deseado a través de Aguilera”
Leo Franco dio con el equilibrio deseado a través de Aguilera. Era un clamor la petición de entrada del de Carranque para ayudar a Musto y liberar a Melero. Un movimiento tan simple pero que encierra un contagio general de cambios de rol y, a la postre, de la repetida mejora del equipo. Junto a ello, otros detalles que no pueden desaparecer en un grupo debutante; el incansable Chimy, azote constante aunque demasiado estéril, la polivalencia de Miramón y Pulido, que cumplieron fuera de sus posiciones, o el debut de Jovanovic, muy correcto en todas sus acciones.
Todo brotes verdes para pensar que hay luz para tratar de escalar poco a poco sin dejar de lado todo lo ya ocurrido. La lesión de Luisinho, la falta de profundidad de plantilla en general, obliga a mover ficha con inmediatez y a medio plazo, en enero. Urge reforzar por elevar la propia calidad del Huesca y evitar situaciones limite con hombres fuera de sus posiciones como ayer ante las exigencias de un guión que, eventualidades al margen de lesiones o sanciones, no es otro que el guión de la Primera División.