A días sí, a días no. Lluís López no consigue redimirse y encontrar la estabilidad en el Real Zaragoza. El paso del jugador por la capital se ha caracterizado por la irregularidad, con partidos mejores y otros peores que hacen olvidar lo anterior. Así es actualmente. Selló dos partidos notables y cuando parecía que había alcanzado su mejor nivel y estaba convenciendo, todo se diluyó. Las dudas han vuelto.
El último partido en Anduva es de los que Lluís López seguramente querrá borrar de su memoria. No fue su mejor día, definitivamente. Marcó en propia puerta el 1-0 al intentar despejar un centro lateral y también erró en el segundo gol. Suspenso.
El central ha disputado 4 partidos esta campaña: Lugo, Ponferradina, Sporting de Gijón y Mirandés. En el primero, Carcedo decidió desplazar a Francés al lateral y darle minutos al ’24’ en el centro de la zaga. El encuentro fue un despropósito. Nivel bajo, en la línea del resto del equipo. Su verdadera oportunidad llegaba con la baja de Francés, momento en el que tenía que demostrar que era válido y lograr que no se echase de menos la presencia del canterano. Así fue frente a la Ponferradina y al Sporting. Dejó muy buenas sensaciones y cumplió con su papel. Parecía haber superado la prueba. Sin embargo, todo lo positivo quedó en el olvido en Miranda de Ebro. Los blanquillos hicieron un encuentro pésimo y el central fue uno de los protagonistas señalados. Sus frecuentes errores regresaron.
Segunda temporada de Lluís López
Una actuación que no pilla por sorpresa. El de Manresa, que disputa ahora su segunda temporada en el conjunto aragonés, no ha tenido una trayectoria del todo agradable. El año pasado participó en 30 encuentros, 20 de ellos como titular. En general, ha dejado mucho que desear, ya que pesan sus grandes fallos, de posicionamiento o marcaje. Sin ir más lejos, el gol en propia puerta del sábado era el segundo que hacía con esta camiseta, pues ya encajó frente al Eibar la campaña anterior. Unas distracciones que eclipsan sus virtudes o buenas respuestas, y que lo convierten en un jugador de cal y arena.
En definitiva, Lluís López es un jugador joven, todavía con cosas que mejorar, al que le falta seguridad y confianza, aunque no actitud. Siempre a disposición del míster e intentando aprovechar sus oportunidades. No obstante, estas se acaban, y quizás ya le haya llegado el turno a Jairo Quinteros, que aún no ha debutado con el Real Zaragoza. El lunes visita la Romareda el gran Eibar, con muchas incógnitas en el once inicial, entre ellas, la pareja de Jair.