ZARAGOZA | El Real Zaragoza le ha puesto nombre al mayor de sus deseos. No es una sorpresa ni tampoco una novedad. Tiago Manuel Días Correia, Bebé, es el gran objetivo en el mercado invernal. Al menos, lo es en el inicio de su ventana. Con el portugués el Real Zaragoza encontraría algunos de los requisitos que mejor se adaptan al escaparate invernal: rendimiento inmediato, conocimiento de la categoría, un solista para su plantilla y un reencuentro muy especial con La Romareda.
Juan Carlos Cordero sigue siendo uno de los directores deportivos más reconocidos de la categoría. Experto en Segunda División, se guía también por el tiempo compartido, por la reedición de sus apuestas. Cordero siente que Bebé le salvó en el curso pasado y se fía de todas sus condiciones. El margen salarial del club es lo suficientemente alto como para buscar una contratación en propiedad. Y el director deportivo está decidido a cumplir en invierno el fichaje que le quedó pendiente en verano.
Bebé siempre fue un jugador muy particular, distinto en casi todas las cosas. Nunca interpretó demasiado bien el juego colectivo, quizá porque no le hizo falta. Siempre fue capaz de resolver partidos por su cuenta, de creer en sí mismo a pesar de todas las circunstancias. En un equipo que quiere formularse a través de sus mediocampistas, Bebé sería un atajo ideal, el primer cambio de ritmo y el final de todas las jugadas.
Su fútbol siempre pareció una fiesta, un canto individual, un baile inimitable. Sus jugadas son una marca propia, una licencia que se le permite a él y que se le niega al resto. En ese plan, con una plantilla con más recursos que la que le recibió en el curso pasado, Cordero espera que Bebé pueda marcar los goles que a este equipo le faltan.
Las claves de su fichaje
Un año después, su regreso no será sencillo. Francisco le considera más importante de lo que nunca fue para Iraola. Le reserva un lugar en las segundas partes, pero Bebé se gana protagonismo desde ese sitio, capaz de poner boca abajo los encuentros, autor de 2 goles en el curso.
Algunos factores juegan a favor de una segunda parte. Bebé se sintió especial en Zaragoza, rey de La Romareda por un tiempo. Su relación con Martín Presa es especial y una petición expresa del futbolista puede ser más escuchada que ninguna otra. En una posible negociación también puede mediar Gil Marín, autor material de su fichaje en las últimas horas de enero de 2023.
Y, por encima de todas las cosas, hay dos claves para su llegada. El interés de Cordero en su llegada y la voluntad de Bebé de regresar a un sitio en el que llegaron a entender su juego, a considerarle el mejor de todos los distintos. A estas alturas del mercado todas las negociaciones parecen en fase inicial. Pero sí que hay una certeza en este caso: el Zaragoza va en serio con Bebé.