HUESCA | El debut del Huesca como local en la renombrada Liga Ypermotion no dejó indiferente a nadie: hubo para todos los gustos, de todos los palos y hasta de distintos sabores, aunque el regusto amargo todavía predomina sobre el dulce. De todo lo sucedido me quedo con 3 cosas fundamentalmente.
Lo del equipo
Digamos que estuvo mal para no meter demasiado el dedo en la herida. Siempre superado, nunca consiguió ser compacto ni trabajar en bloque. Por eso quizá el Tenerife solamente tuvo que esperar los errores en lugar de vivir de sus aciertos, que también los tuvo. Un querer y no poder, aunque hay que agradecerle al Huesca que lo intentara aunque nunca dio sensación de poder meterse en el partido. Hay que hacer los dramas justos porque es el segundo partido y queda la tira, pero así no se pueden afrontar los partidos. Al equipo le faltan cosas, trabajar conceptos y mimbres para mejorar. Las dos primeras dependen de Ziganda y de ellos mismos, la última no. Por suerte en el vestuario hay mimbres de sobra para saber donde no se puede volver a fallar, darlo todo y mejorar la imagen y el rendimiento. No tengo ninguna duda al respecto.
Lo de la gente
El respetable siempre es soberano. Me gustó su actitud no fallando a la cita con casi 5.500 personas un lunes a las 21.30 horas, y no sólo fueron a figurar, sino que animaron desde el inicio y sólo bajaron el pistón cuando el equipo no les dio motivos para la ilusión, pero he de confesar que lo del final ni me lo esperaba ni lo vi venir. Más allá de que el club no tenga directiva al uso, mi memoria no recuerda un grito tan unánime de “directiva dimisión”, en un momento en el que la vida social del club no pasa por su mejor momento.
La gente es soberana, tiene todo su derecho a expresarse y ante el Tenerife, pudiéndolo pagar con el equipo, motivos tenía, o con el árbitro con otra decisión bastante dudosa al inicio del partido no considerando penalti un empujón alevoso a Joaquín, decidió mandarle un recado a la cúpula directiva del club. En Huesca la gente protesta poco, pero cuando lo hace, es porque el vaso ya está rebosando. Por algo será. Los motivos son variados y parece que salvo los que mandan, todo el mundo parece entender que la deriva del club, sin ser catastrófica, sí es preocupante.
Lo de Pulido
Otra vez capitán general, dando la cara sin que nadie se lo pidiera y partiéndose la nariz literalmente, Pulido decidió con muchos de sus compañeros agradecer el ánimo a la afición y volver a lanzar un mensaje de unidad, y no es el primero, por cierto. Levanta la voz cuando debe, pide apoyo cuando se necesita. Es un tipo que me representa al cien por cien y tiene el fantástico don de ser escuchado, entendido y comprendido por la afición. Con este muchacho comprometido y tan involucrado en el proyecto, me declaro soldado incondicional de Pulido: ¡chapeau!
Más sombras que luces en el primer partido en El Alcoraz. Espero y deseo que en El Sardinero haya más de las segundas que de las primeras. El año se antoja largo y hay que aprovisionarse bien por si vienen mal dadas, pero calma, que no cunda el desánimo. Es lógico que haya preocupación en algunas cosas, pero no nos derrumbemos al primer traspies, a pesar de que haya bastantes huecos que remendar.
Pero que grande eres Sergio comentarios siempre claros y sin faltar. Esperemos que se revierta esta situación y vayamos saliendo poco a poco pero sin pausa.