HUESCA| Con Rafa Sanz finalmente en el banquillo, Lobe Huesca ha logrado una plácida victoria ante Rioverde Clavijo (95-82). Suma así la tercera consecutiva en un encuentro, con Shelist con 20 puntos, y Knowles e Iglesias con 14, cada uno, lideraron la ofensiva verdiblanca. Clavijo comenzó mucho más inspirado en ataque. Dos buenas acciones situaban a los riojanos por delante (0-5). Lobe reaccionó rápido, de la mano de Knowles y Breacdy que alternaban certeros lanzamientos con brillantes acciones de 1×1. El equipo jugaba eléctrico, con mucha intensidad en las acciones anotando en los primeros segundos de posesión. Shelist mostraba sus buenos movimientos en ataque, y Figueroa anotaba de tres para cerrar el cuarto 26-19.
En el segundo cuarto, Lobe siguió muy concentrado sobre la pista, con una buena determinación y gran acierto del tiro y manejo del pase. La amenaza riojana venía de su pívot Faye que se hacía grande en la zona. Nada podían hacer Iglesias y Abdulsaman para frenarlo. Lobe se mantuvo por delante gracias al acierto desde el perímetro de Rodrigo y Knowles. Rubén de Celis, a aro pasado, puso el 39-31 y obligó al banquillo visitante a solicitar su primer tiempo muerto. El juego seguía siendo alegre, valiente, sin especulaciones. La renta aumentaba para concluir el cuarto con una considerable ventaja (53-38).
Tras la reanudación, Knowles anotó un triple ladeado haciendo gala de una fina muñeca. Los oscenses seguían fluidos en ataque, en una versión coral, con todos sus componentes rindiendo al máximo nivel. Iglesias tomaba el relevo por dentro, anotando con buenos fundamentos y machacando el aro en un par de ocasiones. Clavijo no podía contener las acometidas oscenses, jugaban rápido pero se mostraban muy desacertados en los lanzamientos.
Con el marcador rondando los veinte de diferencia, Lobe Huesca cayó en momentos de precipitación que fueron corregidos rápidamente por el técnico altoaragonés. El cuarto se despidió con un clarificador (78-60). Los peñistas no se relajaron en el último cuarto. Los riojanos montaron una defensa zonal que provocaron fallos en los lanzamientos. Los banquillos aseguraron el rebote y jugaron posesiones cortas. Lobe no se dejó sorprender y siguió pico y pala, robando balones y finalizando en transición. Esta vez no se cayó en la precipitación y se terminó ganando por 95-82.