Espectacular. Estaba previsto. Pero por mucho que lo indiquen en los mapas, que intuyas el recorrido, todo cambia cuando subes a la bici, en competición, y te enfrentas a la primera etapa de una nueva edición de la Trans-Nomad que te lleva a completar 55 kilómetros, con 4 tramos cronometrados, por los valles de Benasque y Chistau. Han sido casi 10 horas de ciclomontañismo bajo el sol, con calor. Así ha sido, en un brochazo de trazado grueso la primera de las cuatro etapas que conforman esta aventura por el Pirineo.
A las 9.00 ha sido la salida desde el camping de la Borda de Arnaldet, en Sesué, y se iniciaba con un largo remonte de pedaleo hacia la población de Chía, hasta alcanzar el Collado de la Cruz ya en territorio del Valle de Chistau que ha dejado en los corredores unas vistas espectaculares. Desde ese punto se llegaba a la Colladeta del Ibón (2.351m de altitud) tras un porteo de más de dos horas de duración para dar inicio al primer tramo cronometrado del día, técnico y rocoso, que gana en fluidez a medida que se acerca el espectacular final en el ibón de la Basa de la Mora.
El segundo tramo se inició en el Refugio de Lavasar a 1.928 metros de altitud para que los corredores emprendieran una bajada de 7 kilómetros hasta Saravillo en el Ayuntamiento de Plan. Tras un avituallamiento y un transfer en furgoneta que dejó a a los corredores en Puerto de Sahún (2.000m) se iniciaron los tramos 3 y 4 del día. Los tramos fueron la mágica línea de Rabaltueras del centro BTT Puro Pirineo que aproximó ya a los corredores hasta Villanova, ya muy cerca del camping donde se daba por finalizada la primera jornada de Trans-Nomad.
En esta primera etapa, los más rápidos han sido el francés Jerome Clementz (Cannondale), seguido del también galo Rémy Absalon (Scoot) a 41 segundos y Tomi Misser (Orbea) a 1:12.
En el apartado femenino, la clasificación ha quedado liderada por Monika Buechi (undécima en la clasificación scratch) seguida de la suiza Myriam Saugy a 7:20 y la oscense Mirian Serra a 9:32.