La SD Huesca goleó en Ferrol y pone tierra de por medio a la eliminatoria del ‘playoff’ de ascenso. Salvo milagro, los de Tevenet estarán en la última fase para ser de Segunda División, y si son capaces de igualar el juego de hoy es muy probable que el sueño se acabe cumpliendo.
Imagen durante el partido entre el Racing de Ferron y la SD Huesca en A Malata | Foto: Mero Barral / ferrol360.esNo parecía sencillo hasta que cayó el primero. Josan aprovechó el rechace provinente de un intento a puerta de Tyronne y el Huesca se puso por delante a las primeras de cambio. A partir de ahí, sin sufrimiento. A priori, el Racing de Ferrol iba a ponerle las cosas difíciles a los oscenses pero el encuentro se desarrolló plácidamente. Los de Tevenet jugaron un muy buen encuentro y tuvieron efectividad arriba. El rival no tuvo ni una oportunidad de complicar las cosas.
Se perdía la cita Manolo por sanción, una pieza clave en el centro del campo. Por tanto, el talentoso Fran Mérida se situó junto a Ros, Camacho gozó de libertad en la mediapunta y Josan jugó en banda izquierda. El de Crevillent fue muy discutido ante el Nàstic en la eliminatoria anterior, ya que en los minutos que tuvo se le notó apático y apagado. Hoy, brilló. Qué bien jugó. José Gaspar se quedaba en Huesca y se prefirió no arriesgar con él.
“Hasta Juanjo Camacho se permitió el lujo de fallar un penalti”
El partido, encarrilado, y las ocasiones arreciaban a los locales. Los goles caían. El vendaval ofensivo sometía a un equipo que se mostraba con carencias atrás. Y se arrasaba. Si la eficacia hubiera sido máxima… Los cuatro tantos se quedaron cortos. Hasta Juanjo Camacho se permitió el lujo de fallar un penalti. Sí, su especialidad. Tampoco importaba…
Si Manolo hubiera estado disponible, habría hecho pareja de baile con Íñigo Ros. Esto es algo necesario, pero para arriesgar se necesita prescindir de uno u de otro y poner talento en tres cuartos. Ros, escandaloso en A Malata. Podía solo y contra todos. Y, con ello, a jugar. Con los buenos, con los mejores que se pueden situar en el terreno de juego. Se necesita ser valiente para lograr algo grande. Atacar. Golpe sobre la mesa de un Huesca que dudó en Tarragona y que llegaba con problemas. De juego, de moral. Y la moral se recupera jugando. Los azulgrana ponen pie y medio en la ‘finalísima’ a doble partido. ¿La conclusión? Gana. Pero sobretodo, juega.
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