ZARAGOZA | La Liga Hypermotion está llegando a su fin. Solo ocho jornadas restan para el cierre de la temporada 2023/24. Una temporada para el olvido del Real Zaragoza. Con tres entrenadores y hasta el momento 41 puntos, acabará la temporada con un objetivo radicalmente distinto al esperado a inicios de esta. En LaLiga los cálculos para la salvación son más sencillos, soliendo marcar los 40 puntos como el límite para mantenerse. En segunda, el número mágico podría situarse en los 45 puntos, aunque este suele bailar mucho más que en la máxima competición del fútbol español.
Actualmente, en la jornada 34, el Real Zaragoza se coloca decimoquinto a seis puntos del Andorra, equipo que marca la línea roja del descenso. Desde la temporada del COVID (2019/20) ningún equipo ha descendido llevando esta diferencia de puntos con el descenso a estas alturas de la temporada. El caso más cercano es el del Logroñés en el curso 2020/21, el cual descendió sacando cuatro puntos de ventaja en la jornada 34. Tirando más hacia atrás la hemeroteca, el primer caso similar lo encontramos en la 2016/17, donde el Elche descendió teniendo el mismo colchón que el Real Zaragoza.
La cifra mágica para salvarse no es tan mágica en la división más caótica del mundo. Que se lo digan a Sabadell, Numancia y Deportivo de La Coruña, equipos descendidos con 46, 50 y 51 respectivamente desde la temporada del COVID. Si bien no es la norma y muchos equipos se salvan llegando a una cifra similar a los 45 puntos, estar cerca de ese puntaje no es motivo de relajación, sobre todo viendo el ritmo del pelotón de abajo.
Y es que podríamos encuadrar a diez equipos en la pugna por la salvación. Desde el Eldense, decimotercero, hasta el último clasificado, el Villarreal B. Solo cuatro (Eldense, Mirandés, Albacete y Villarreal B) han puntuado menos que el Real Zaragoza desde la llegada de Víctor Fernández (4/12). Este nuevo Real Zaragoza, de momento, ha mejorado mucho en cuanto a sensaciones, pero no tanto en puntos. No se debe ser resultadista, pues tampoco ha sido el inicio más fácil, habiendo tenido que enfrentarse a rivales de la talla de Espanyol o Levante, el cual ganó más por calidad individual que colectiva. Pese al mejor rendimiento deportivo, hay que mantener la preocupación.
De la misma manera que le ocurrió a la SD Huesca con la contratación de Antonio Hidalgo, Alcorcón, Andorra y Amorebieta han experimentado una reciente mejoría a causa de sus cambios de entrenador. También el Cartagena, que parecían muertos hace diez jornadas y desde la llegada de Julián Calero tiene números de ascenso directo.
El Real Zaragoza no está sumido en una situación catastrófica casi imposible de remediar. Sin embargo, tampoco lleva una inercia del todo positiva para afrontar la batalla por la salvación. Se ha demostrado en otras temporadas que los equipos de abajo comienzan a puntuar más cuando se ven con la soga al cuello, y quienes no han sufrido tanto en la temporada se ven de repente con muchas complicaciones para ganar partidos y acaban descendiendo. Para que el Real Zaragoza se mantenga en la Liga Hypermotion debe ser un equipo cauto y desconfiado de lo que pueda hacer el resto.