El pasado fin de semana se abrió la temporada oficial de la pesca de la trucha en Aragón.
En el Alto Aragón, según valles y ríos, la actividad de las “pintonas” varió en gran medida por el caudal de los ríos; a más agua es más fría y por tanto hay menos actividad. Los ríos con menor caudal, en las horas centrales del día, tuvieron más movimiento y se pudieron engañar a algunas truchas.
En los ríos de mayor caudal como el Aragón, Gállego, Ara, Cinca y Ésera, desde su parte media, la dificultad para conseguir capturas fue la tónica habitual.
Los tramos con menos agua de los ríos Veral, Subordán, Cinca, en el coto de Bielsa, el Ésera, en la zona de Benasque y Sahún, y el Isábena dieron un poco más de alegría a los pescadores.
Las dos jornadas sobresalieron por un tiempo magnífico, con temperaturas anormales para la época, lo que derivó en más deshielo incidiendo de forma directa en la actividad de las truchas.
Desde la FAPyC se insiste en que la actitud de la Administración hacía la pesca está lastrando la modalidad deportiva: “Un año más se cumplió la pauta que viene ocurriendo en los últimos años desde que se dejó de repoblar antes del inicio de la temporada por parte de la Administración, con trucha común de la Piscifactoría de Planduviar, y es que la trucha salvaje de nuestros ríos no tiene mucha actividad en esta época del año excepto en algunos lugares”.
Del mismo modo, se ha detectado un descenso de número de pescadores que recorren los ríos aragoneses. Así expresa el mal estar José Pablo Manau, vicepresidente de la Federación aragonesa de Pesca y Casting: “El primer día, tres cotos sociales estuvieron llenos: Bielsa, Lafortunada y Embún. El resto, 13 cotos sociales, no tuvieron prácticamente afluencia de pescadores. La jornada dominical fue todavía peor. No se llenó ningún coto, albergando un máximo de 5 permisos expedidos en alguno de ellos”.
En cuanto a los datos, la jornada de apertura (sábado) contó con un 35% de ocupación (72 permisos expedidos de los 203 posibles). En cuanto al domingo el porcentaje bajó hasta un 10% de ocupación. Sin duda, números pobres para un fin de semana que contaba con una gran expectación histórica en el mundo de la pesca.