Si hay dos nombres que fueron protagonistas en la tarde del sábado son los de Vinícius Araújo y Lluís Sastre, los dos fichajes invernales que debutaban con la elástica azulgrana.
El delantero brasileño era sin duda el centro de todas las miradas, más viendo la sanción de Borja y la salida de Urko Vera rumbo hacia Miranda. A pesar de los dos entrenamientos que llevaba con el grupo, su incursión en el once, lejos de parecer precipitada, resultó la única solución razonable con la cual contaba Anquela. El partido en sí nos despejó pocas dudas acerca de lo que puede aportar Vinícius al equipo oscense en esta segunda vuelta.
Sin duda y a simple vista se le ve diferente a lo que había, algo que al parecer desde el club azulgrana andaban buscando. Se trata de un delantero pequeño en cuanto a estatura, con mucha movilidad y que tiene como virtud el movimiento al espacio. Es inteligente, rápido y su salida del campo liberó a la zaga contraria de una molestia. Pero por contra y como sucedió el sábado, se pudo comprobar que ante partidos donde el rival se encierra y deja pocos espacios la figura de Borja Lázaro será fundamental. Sin sacar conclusiones apresuradas, el delantero brasileño dio detalles de calidad. Si su acoplamiento es el idóneo, sin duda puede ser un jugador importante hasta final de temporada.
Ahora está por ver cómo usará Anquela a sus dos delanteros; si una cosa había quedado clara hasta la llegada de Vinícius es que Borja era titular indiscutible. No es descartable la presencia de ambos en algunos partidos, o en ciertas fases de los mismos, aunque es cierto que el míster jienense no es muy propenso a utilizar a dos puntas. La verdad es que si analizamos las características particulares de ambos -Borja y Vinícius-, pueden casar bien: uno es más de fijar a los centrales -Borja- y el otro -Vinícius- de aprovechar con su movilidad los espacios generados. Ahora solo queda esperar a ver cómo Anquela decide utilizar sus recursos en ataque y qué mejor oportunidad para comprobarlo que en el próximo partido ante el Nàstic, donde ambos coincidirán por primera vez en una convocatoria.
El otro debutante de la tardem sustituyendo al propio Vinícius, fue Lluís Sastre, que tras su llegada no había entrado en ninguna convocatoria. Los pocos minutos de los que disfrutó el balear evidenciaron que acusa la falta de ritmo, lógico por otra parte. Se le vio algo impreciso, seguramente fruto de las ganas por agradar. Su entrada paulatina en el equipo era algo que tarde o temprano tenía que ocurrir y no sería descartable que el próximo sábado en Tarragona debutara ya como titular. Las bajas de Melero y Samu Sáiz han dejado al equipo huérfano en la línea medular y el de Binissalem, si algo necesita para coger el ritmo, son minutos.