ZARAGOZA | Tras casi un mes de parón, el balón volvió a rodar para el Real Zaragoza. Lo hizo en un año diferente, pero con el mismo sistema, al menos desde el inicio. El partido finalizó con 1-1 donde el juego por parte de los zaragocistas fue muy poco fluido y falto de ideas en el que consigue un punto que visto el encuentro como ha dicho Velázquez “hay que valorarlo”.
Pocos cambios realizó de primeras Julio Velázquez. Tras realizar una especie “mini pretemporada” y casi 3 meses en el cargo, el técnico salamantino decidió apostar por lo que lleva haciendo desde el partido en casa ante el CD Leganés en su segundo encuentro en el banquillo del Real Zaragoza. El club aragonés salió con un equipo muy reconocible en las últimas fechas aunque destacaron dos novedades: la de Edgar Badia en portería y Quentin Lecoeuche en el carril izquierdo.
Pocas variantes tácticas se vieron plasmadas más allá de una posición más de ‘ancla’ de Marc Aguado y algún matiz táctico en la altura de los carrileros, que en varias fases del partido actuaron prácticamente como extremos. Marc Mateu, hombre destacado del Eldense en el encuentro, supo aprovechar constantemente la superioridad en banda del equipo local y generar peligro permanentemente evidenciado en cada saque de banda y córner.
El ritmo lento, la falta de fluidez y de ideas en el juego y la superioridad de los alicantinos, consiguieron que Velázquez reaccionara intentando agitar el banquillo y cambiar el sistema. Consciente de la vocación ofensiva de los laterales del Eldense, el entrenador zaragocista quiso introducir dos jugadores de banda que les obligaran a guardar más la posición, así como también hacerles daño a la hora de defender. Tras ver que su planteamiento inicial fue demasiado conservador, el español intentó probar cambios -seguramente demasiado tarde- y terminó de una manera atípica: con cuatro atacantes y con Francho Serrano como lateral izquierdo, como hizo en Cornellá.
En rueda de prensa se mostró autocrítico con la actuación del equipo e incluso consigo mismo, donde ha reconocido que a pesar de los cambios “no nos hemos terminado de encontrar”. No consiguió acertar ni con los hombres, que a pesar de ser de corte ofensivo no consiguieron crear apenas peligro, ni tampoco con el sistema en una jornada en la que termina cuestionado.