Parecía que con Víctor había cambiado todo, pero al final el Real Zaragoza vuelve a cometer los mismos errores de siempre. La frustración volvió a apoderarse de sus delanteros y las malas elección hicieron mella entre sus defensas.
Víctor Fernández afrontó el partido ante la UD Almería con valentía y con un once inicial por el que todos hubiéramos apostado. Nada se le puede reprochar al técnico en este sentido. Verdasca fue titular ante las molestias de Guitián, Ros sustituyó al sancionado Eguaras y Pombo recobró la titularidad. Lasure volvió también al once en lugar de Nieto. Todo ello formando con un 4-2-3-1. Hasta aquí, todo bien.
El Real Zaragoza comenzó formando con un único delantero, Linares, que por segunda semana consecutiva volvió a actuar como referencia ofensiva de los blanquillos. Álvaro volvió a caer a banda y no se le dio del todo mal. Los laterales, Lasure y Benito, buscaron la asociación constante con Álvaro Vázquez y Alberto Soro.
Durante buena parte de la primera mitad, el Real Zaragoza mostró una imagen competitiva. Volcándose en ataque, el equipo llegó a formar con un 4-1-4-1 en el que tan solo Javi Ros dejaba a un lado las tareas ofensivas para centrarse en prestar ayuda a los centrales frente a posibles contras del Almería. Unas contras que no tardaron en llegar pero ante las que Cristian Álvarez fue de nuevo, todo un seguro bajo palos.
Del mal en peor
Las cosas cambiaron, y a peor, durante la segunda mitad. La UD Almería ejerció una presión alta que impidió la correcta salida de balón de los zaragocistas.
Corpás fue una pesadilla para la defensa blanquilla, pero el verdadero peligro llegó a balón parado con un gol de Almería en el 58. Con el 0 a 1, Víctor movió ficha y dio entrada a Gual y Aguirre en lugar de Linares y Pombo. El Real Zaragoza paso a formar así con un 4-4-2 en el que Vázquez y Gual volvieron a los tiempos en los que eran referencia atacante.
En punta, Álvaro Vázquez se sintió más cómodo, siempre con la inestimable ayuda de Soro. El canterano filtró un buen balón a Ros que a su vez, ya volcado en ataque, dejó en bandeja a Vázquez para hacer el 1 a 1.
Sentencia a balón parado
Parecía que la insistencia zaragocista podía tener premio, pero el balón parado volvió a castigar al Real Zaragoza. No fue mérito del Almería, sino mas bien demérito de la defensa blanquilla. En un córner, los atacantes del equipo contrario vuelven a ganar la espalda a los jugadores zaragocistas. La misma historia, otra vez. El 1 a 2 sube al marcador.
Por si no fuera suficiente, Soro fue expulsado rigurosamente en el tiempo de descuento y el Real Zaragoza pierde a uno de sus jugadores más en forma para la próxima jornada.
A pesar del empeño de Víctor, esta plantilla es lo que es, con sus numerosas carencias y sus pocas virtudes. El desastre una vez más fue global y como ya ocurrió en la primera vuelta, el partido ante la UD Almería ha revivido los fantasmas que por aquel entonces, ya nos dejaron claro que no se puede aspirar a más.