Con el mercado de fichajes ya cerrado, el trabajo para la dirección deportiva del Real Zaragoza no para. Ahora, Lalo Arantegui se pone manos a la obra para trabajar en nuevos frentes abiertos, entre ellos, las renovaciones de jugadores importantes como Eguaras y Pombo.
Eguaras termina contrato en junio de 2020 y para la dirección deportiva supone una piedra angular en su proyecto. En el caso de Pombo, el discurso del director deportivo ha cambiado en las últimas semanas.
Tras poner en duda si Pombo quería seguir o no en el equipo, ahora Lalo asegura que “su voluntad siempre ha sido, con pequeños matices, quedarse en Zaragoza”. Si todo va bien, su renovación se cerrará en el próximo mes. También se negocia con Ratón que termina contrato este verano.
Estas negociaciones llegan tras el cierre de un mercado en el que tan solo ha habido dos incorporaciones. Para Lalo el hecho de fichar más jugadores hubiera sido “traer por traer”. Él prefiere dar “protagonismo” a algunos canteranos, defendiendo así “el patrimonio que tenemos”. Algo que sin duda viene muy impuesto por las condiciones económicas del club.
Las renovaciones de futbolistas y la apuesta por la cantera se enmarcan dentro de un proyecto que Lalo, asegura, se basa en “jugadores jóvenes, en propiedad y que han demostrado nivel en la categoría”.
Este planteamiento choca con los dos fichajes realizados en este mercado de invierno: Dorado y Linares, ambos de 36 años. Un hecho que demuestra que tanto delantero como defensa vienen para parchear los errores cometidos en la confección de la plantilla durante el pasado verano.
En total 4 salidas y dos llegadas, tres si contamos la de Alberto Guitian. Son pocas, si. Al menos, estas incorporaciones vienen a reforzar las dos zonas más deficitarias del Zaragoza: el ataque y la defensa.
Linares llega como complemento a Gual y Vázquez; mientras que el centro de la defensa será ahora totalmente diferente al que comenzó la Liga. Dorado y Guitian frente a Verdasca, Grippo y Muñoz.
Una plantilla corta
El mayor error puede estar en el número de efectivos. Arantegui asegura que “hemos dejado un equipo con dos posibilidades o incluso tres por posición. Hemos reducido también la masa salarial y aumentado la competitividad por puesto. Víctor Fernández lo tendrá difícil para hacer sus convocatorias porque va a disponer de jugadores en plenitud de facultades”.
Sobre el papel suena bien, pero en la práctica la realidad es que la plantilla se queda corta en cuanto a número. Hay que tener en cuenta otros factores, entre ellos, las lesiones. Algo que ya estamos viendo con las numerosas bajas que acumula el equipo esta misma semana.
Una plantilla que mejora tras el mercado de invierno pero que en número, sigue siendo corta. Los quebraderos de cabeza para Víctor Fernández continuarán estando presentes durante esta segunda vuelta.