El Real Zaragoza ha cambiado las dudas de los empates por victorias de prestigio. A menudo los puntos de inflexión funcionan mejor en la dialéctica que en el césped. No ha sido así en esta ocasión, donde JIM ha acertado en los dos sitios. El curso de la temporada arroja una conclusión: su Zaragoza es un equipo con un don para la supervivencia, un grupo con una extraordinaria capacidad de respuesta.
En los 15 partidos jugados hasta el momento el Real Zaragoza ha encajado el primer gol del encuentro en 9 ocasiones. Solo en dos de ellas lo hizo para perder, en las derrotas ante el Valladolid y el Cartagena. Fueron en la segunda y en la tercera jornada, donde nunca supo aliarse con la suerte. En el duelo ante el equipo murciano llegó su última derrota, el 30 de agosto. Desde entonces encadena 13 partidos sin perder, con una serie final de 3 triunfos que han cambiado la inercia.
De las 9 desventajas en la temporada, el Zaragoza ha logrado reponerse casi siempre. Ha sumado 11 puntos totales, repartidos en 5 tablas y 2 triunfos. El tiempo de los empates dejó a JIM en una posición delicada en los banquillos. La repetición cíclica del mismo resultado camufló un valor positivo que siempre tuvo esta plantilla. El Zaragoza tiene la facultad de contestar en el marcador, de transformar derrotas potenciales en empates que llegaron a tiempo. Igualó después de encajar el primer tanto ante Fuenlabrada, Sanse, Lugo, Málaga y Ponferradina. Era entonces un equipo capaz de empatarle a cualquiera, pero que aún no había descubierto una fórmula para ganar los partidos.
Los triunfos del Zaragoza
La victoria del pasado sábado en el Estadio de Gran Canaria reconstruyó una dinámica que ha marcado la temporada. El Zaragoza encajó primero y resistió el vendaval del equipo canario poco después. Se aferró al partido y logró ganar más tarde. Ese camino ya lo había trazado en una ocasión, pero hay que retroceder 12 partidos para encontrar un triunfo con otra remontada total. Fue el 5 de septiembre, ante el Alcorcón, en una tarde que inauguró una secuencia de duelos sin perder que ahora permite soñar al Real Zaragoza.
Los otros dos triunfos que contabiliza el Zaragoza llegaron por un camino más convencional. Marcó primero y consiguió guardar su portería en un triunfo poco ejemplar ante el Burgos. Tres días más tarde firmó un partido redondo ante el Sporting de Gijón. Frente al Girona y Mirandés también dio el primer golpe, pero no logró conservar su ventaja, precisamente porque solo pensó en guardarla.
Los números reflejan una tendencia y JIM valoró al acabar el duelo ante Las Palmas la fortaleza anímica del grupo: “Estoy muy orgulloso del equipo. Han creído semana tras semana (…) El equipo no ha mutado pese a las dificultades. Tiene espíritu competitivo”.
La evolución de su plantilla en la temporada no se entiende sin un valor fundamental. El Zaragoza ha descubierto una facilidad extraña para remar “río arriba”, como JIM suele decir. Se ha convertido en un especialista en dar réplicas a los partidos.