ZARAGOZA | Poco más de 24 horas quedan para que el Real Zaragoza juegue la primera de sus dos finales en La Romareda. Así lo siente su directiva, sus jugadores, su afición y su entrenador. Reacio a sacar la calculadora en sus inicios, tras el triste empate de los suyos en el Nuevo Los Cármenes y un pobre bagaje desde su llegada, Miguel Ángel Ramírez habló de la importancia de sumar los 6 puntos en las próximas dos jornadas.
El primer rival será un viejo conocido para el canario: un Real Sporting en horas bajas. Una victoria en sus últimos once partidos han hecho que los asturianos hayan abadonado los puestos de playoff y ahora mismo estén más cerca del descenso que de estos. Si atendemos a los antecedentes en La Romareda, el destino del partido parece claro. Solo 3 victorias en 51 encuentros para los de Mareo en el Municipal. Si atendemos a su precedente más inmediato, el resultado debería ser el mismo. Con Miguel Ángel Ramírez en el otro lado de la escena, el Real Zaragoza de Julio Velázquez superó al Sporting con un contundente 3-0 en una noche que la lesión de Raúl Guti enfrió todo. Si atendemos al fútbol y sus secretos, sabemos que nada está escrito.
El Real Zaragoza y una final ante el Sporting
A pesar de su mala racha, el conjunto astuariano tiene razones y argumentos futbolísticos para cambiar su dinámica en cualquier escenario y ante cualquier rival. Empezando por su banquillo, con un entrenador joven pero con cierta experiencia en Segunda División tras varias experiencias. Se trata de un técnico camaleónico en lo táctico y capaz de crear contextos propicios para exprimir el máximo rendimiento de sus futbolistas. También están bien cubiertos en la portería. A pesar de ser protagonista en el gol del Almería el sábado, Rubén Yáñez es el 6º portero con más paradas de la competición y al que se le recuerdan grandes actuaciones e intervenciones como la doble parada en la segunda mitad de su último partido.
Si tienen bien protegida su portería, buenos futbolistas copan su medular. Olaetxea, Nacho Méndez, Nacho Martín o César Gelabert son jugadores de gran calidad, con buen pie y capaces de jugar y hacer jugar a su equipo. Pero, sin duda, una de sus fortalezas está en la línea de tres cuartos. A sus destacados mediocentros se les suman jugadores distintos, diferenciales en esta categoría. Juan Otero, Dani Queipo, Víctor Campuzano, Jonathan Dubasin y Nico Serrano ponen el picante, el desborde y el gol a un equipo peligroso en todas sus caras.