ZARAGOZA | El Real Zaragoza busca sus claves en la agonía, en un partido complejo y lleno de matices. Difícil de pe a pa, el partido será un desafío para una plantilla que quiere salir de su bloqueo. Quebrada en el ánimo y en el fútbol, se aferra a Gabi Fernández como su cambiapieles. Para el Sardinero, el técnico diseña un ejercicio integral de solidez, la construcción de un bloque y una equipo con todas las letras. El partido para Guti y Gabi, que empiezan a ser tan similares que invitan a la cacofonía, nunca será un marrón y sí una oportunidad.
Un equipo junto
El Real Zaragoza buscará ser un equipo con todas las letras, capaz de acortar las distancias entre las líneas, preparado para evitar la transición letal del Racing. En ataque, el equipo de José Alberto López dispone de un trío veloz, de piezas complementarias, distintas pero también inseparables. La plenitud y la zurda de Andrés Martín, el olfato y el desmarque de Arana o el talento y el último pase de Íñigo Vicente.
Si el Racing tiene tiempo y espacio para correr, no habrá compasión. Por eso Gabi Fernando ha incidido en el concepto de equilibrio y en la estabilidad de las líneas. En ese terreno, en el de controlar los elementos, de ser un equipo sensato, racional en dos líneas de cuatro, puede ganar todo el terreno que pierde en las carreras. En ese plan, el Zaragoza debe ser el de su media.
El Real Zaragoza y la solidez de su media
El Real Zaragoza de Gabi será lo que puedan ser sus mediocampistas. El orden en la medular se mantiene como un requisito imprescindible. El técnico lo elige ante las alarmas, en busca de las leyes más elementales, en un camino hacia los básicos. El Zaragoza necesita ser un equipo sólido, fiable, que encadene buenas acciones en su puesta en escena. De nada sirve temblar. Todo se basa en viajar juntos, en defensa y en ataque.
En esa idea el Real Zaragoza debe recurrir a un pelotón de mediocampistas, que pueden ser la prolongación del técnico sobre el césped. Ni siquiera se descarta la idea de que la segunda línea esté formada por cuatro mediocampistas puros. Para tener el balón o el control del partido. También para buscar las dos cosas. Gabi cree en Raúl Guti, Francho Serrano y Toni Moya, mientras espera descubrir el impacto de Kervin Arriaga a su regreso.
Balón parado y acierto individual
El fútbol enfrenta al Real Zaragoza, que sufre como nadie a balón parado, y al Racing de Santander, que lo aprovecha más que ningún otro equipo. En ese contexto se espera que el Zaragoza haya mejorado en una suerte que ha sido decisiva en la pérdida de 8 de los últimos 9 puntos en el camino. Se esfuerza Gabi en mejorar la concentración de sus futbolistas, en fijar un sistema de vigilancias para el juego en parado y el que se establece sobre la marcha.
Aplicado en el comportamiento colectivo, llegará un punto en el que el rendimiento individual decline la balanza. El Racing de Santander tiene un amplio abanico, pero el Real Zaragoza también tiene sus armas. Pegar primero, en el punto anímico en el que se encuentra el equipo, puede ser vital para cambiar la inercia. Y, por encima de todas las cosas, encontrar a Mario Soberón, que ha demostrado en un suspiro que está hecho para marcar.