ZARAGOZA |Las últimas derrotas del Real Zaragoza han dejado a todo el equipo en el ojo del huracán. Sin embargo, ya antes había varios jugadores criticados por su bajo rendimiento está temporada. La afición muestra en La Romareda el descontento general, que se vació entes de tiempo en el último partido. Pitos a Larra, sorna cuando Gueye toca el balón, o los pretéritos “Carcedo vete ya” que ningún entrenador desea.
La defensa, señalada
La defensa ha quedado muy cuestionada en estos últimos dos choques. El mal partido frente al Alavés provocó la suplencia de Francés, y el del Málaga, las críticas de Escribá a Cristian que tanta controversia han causado. Pero entre ellos, hay una figura que lleva liderando la zaga 2 temporadas y que está en su peor nivel desde que llegó a Zaragoza, Jair Amador. En un momento donde su continuidad peligra, el portugués está cuajando sus peores partidos. Es un jugador poco fiable con la posesión, cualidad que siempre subsanan sus acompañantes. Ese era el precio a pagar por un jugador fuerte, fiable y bueno en el despeje aéreo. Sin embargo, en las últimas jornadas parece no entenderse con sus compañeros y ha dejado de mostrar la seguridad anterior.
El carril derecho es uno de los mayores quebraderos de cabeza de la afición. Fran Gámez ha bajado el nivel ofensivo que mostró la temporada pasada, y aunque no tenga notables deficiencias defensivas, tampoco es una garantía clara en defensa. Sin embargo, su reemplazo no da signos de mejora en ninguna de las dos facetas. Larra no es lateral.
Lo más cerca que estuvo de esta posición fue el año pasado, cuando ocupó el carril derecho del Amorebieta estando protegido por 3 defensas centrales. Jugar tan atrasado ha provocado muchos errores, sobre todo en el ámbito defensivo. Tiene graves fallos en la colocación que son visibles en goles como el primero del Málaga o el de Queipo contra el Sporting de Gijón. Parecería que un extremo reconvertido en lateral, como mínimo, sumaría un plus en ataque. Pero dicha mejoría apenas se demuestra. El vasco llega más que Gámez, pero una cantidad mínima de sus centros son rematados, ninguno en el anterior partido (0/3). La insistencia de Escribá en Larra no es por falta de opciones. Este bajo rendimiento hace incomprensible las pocas oportunidades a Luna y las nulas a Vigaray, que desde la lesión no parece jugador de fútbol.
Bebé ha caído de pie en Zaragoza siendo el jugador diferencial que necesitaba el Real Zaragoza. Todo lo contrario qué Alarcón. Un fichaje en el que la afición tenía mucha expectación, sobre todo después de oír las palabras de Escribá sobre él. Encajaba por completo en el esquema, un mediocampista más de destrucción que de creación. De transiciones rápidas. Sin embargo, el chileno no está aportando nada diferencial y se agota la paciencia. Apenas contribuye al juego del Real Zaragoza y su labor ya la estaba realizando un jugador de la entidad durante años, Alberto Zapater.
El caso de Vada es complejo. Es la definición perfecta de una de las frases que dejó Escribá en rueda de prensa tras el bochorno en Málaga: “no tenemos jugadores con mucho gol”. Un jugador polivalente experto en la colocación ofensiva. Vada es el cuarto jugador con más disparos por partido (1,1), muchos de ellos claras ocasiones de gol. Sin embargo, casi no ha materializado esas ocasiones. Solo ha celebrado 3 goles. El penalti contra la SD Huesca, y el doblete en Tenerife. Fuera de sus apariciones ofensivas, el rendimiento del argentino tampoco ha sido bueno. Ha mejorado su temperamento en el campo, pero le cuesta aparecer en transición.
No son los únicos que han recibido críticas por parte de la afición. También la banda izquierda está pasando un mal momento, ni se encuentra un compañero para el aún con todo insustituible Jair. A Escribá le urge mejorar muchas facetas y el tiempo apremia.