Este sábado se disputaba la 25ª edición del Club La Santa Ironman de Lanzarote, uno de los triatlones de larga distancia más duros del mundo, como han podido experimentar en sus cuerpos los cuatro representantes de Mayencos Brico-Jaca Triatlón que, a las 8 de la mañana, tomaban la salida en Playa Grande, Puerto del Carmen.
Todos ellos tenían experiencia previa, todos sabían lo que es nadar 3800 metros de natación, recorrer 180 km en bicicleta y correr una maratón, tres segmentos sin más pausa entre ellos que los minutos necesarios para cambiar el equipamiento necesario para cada disciplina y tomar un rápido avituallamiento. Un esfuerzo que para los mejores supone emplear unas ocho horas, y que para los que emplean más tiempo puede llevar hasta las 17 horas, tiempo límite para cruzar la meta.
Gracias a esa experiencia de muchos años de preparación, participando en triatlones de todas las distancias, escuchando referencias de la mítica prueba canaria, sabían que el de Lanzarote es diferente. Si la preparación para un triatlón de larga distancia debe realizarse a conciencia teniendo en cuenta, además de la preparación física, los aspectos técnicos y tácticos (puesta a punto, ritmos de carrera, alimentación en carrera), Ironman Lanzarote no es uno más, y su fama de dureza no es gratuita.
Natación en pleno Atlántico, con salida en masa para los más de 1800 participantes, lo que siempre provoca algo de ansiedad, especialmente en los giros marcados por las boyas, dónde el estrés aumenta. Un sector de ciclismo muy exigente, a la vez que espectacular (recorriendo parajes como el Parque Nacional de Timanfaya), en el que no es necesario padecer el viento en contra, por otra parte habitual, para sufrir su dureza, que en algunos puntos, como la larga subida al Mirador del Río, otorga a la prueba su carácter de prueba mítica. Ello obliga a ir controlando y regulando el esfuerzo en todo momento, sin dejarse llevar por el exceso de motivación. Y finalmente, los 42.195 metros del segmento de carrera a pie, en el que, después de la paliza en bicicleta, exige a los atletas darlo todo.
Pero el atractivo de la competición es precisamente poder afrontar su dureza con la preparación necesaria, lo que permite disfrutar desde el primer minuto.
Héctor Carrión
No sólo es la experiencia que le otorga a Héctor Carrión el hecho de que ésta fuera su octava experiencia Ironman, repitiendo por quinta vez en Lanzarote. Es su constancia, su increíble fuerza de voluntad, que incluso le hace entrenar sobre la cubierta de un navío cuándo su profesión le obliga a estar embarcado durante semanas, todo ello sin desatender el resto de responsabilidades, comenzando por la dedicación a su familia.
Conocedor de las circunstancias de carrera, comenzó la prueba con una natación limpia y tranquila, con una primera vuelta algo más rápida que la segunda (33:32 por 36:15), realizando un tiempo en el segmento de 1 hora, 9 minutos y 48 segundos, saliendo del agua sin sensación de cansancio, importante para afrontar lo que queda.
Tras una transición tranquila, siete minutos que le permiten preparar concienzudamente lo que van a suponer varias horas sobre la bicicleta, crema solar incluida, inicia el segmento de ciclismo mentalizado 08-carrera
(12) para ir cómodo y reservando, obligándose a colocar el plato pequeño. Una vez superado el punto álgido, el Mirador del Río, obtiene el premio a su prudencia, logrando rodar a partir del km 120, a medias de 40 km/h, eso sí, sin dejar de pensar en la maratón. Su recompensa, un tiempo en el ciclismo de 6 horas 34 minutos y 26 segundos.
Héctor sale a correr regulando mucho hasta el primer 5000. Su táctica en carrera es siempre tratar de alejar en la distancia el momento de bajón, sabedor de que en el maratón de un Ironman es complicado aumentar el ritmo a lo largo de la carrera, aunque se sea moderado al principio. Marcándose el objetivo de correr durante todo el tiempo (sin andar en carrera), fueron pasando los kilómetros alternando los momentos buenos con los malos, esperando no sufrir en exceso… o sobrevivir hasta meta como en sus dos últimas participaciones. Héctor entraría en meta con un tiempo de 4:07:59 en la maratón, realizando un tiempo total en la prueba de 12 horas 7 minutos y 50 segundos.
Fran Cubero
A pesar de ser el menos experimentado del grupo, Fran contaba con la experiencia del IRON Triathlon Vitoria-Gasteiz 2014. Su preparación ha sido excelente, muy bien planificada, ejecutada con constancia.
Su natación fue un poco estresante, recibiendo alguno de los golpes que suelen ser habituales entre la marabunta de nadadores, especialmente en la salida y en los giros de las boyas, pero afortunadamente, sin consecuencias. Tiempo de 34:18 en la primera vuelta, al final de la cual se salen unos metros a tierra, y 36:02 en la segunda, para completar el segmento en 1 hora, 10 minutos y 21 segundos.
Fran tiene muy presente que el de ciclismo es un circuito duro, exigente y espectacular, y su planteamiento es conservar y disfrutar, lo que le permite entrar en la segunda transición tras 7 horas, 30 minutos y 11 segundos.
Gracias a su forma de afrontar el ciclismo, en la carrera a pie realiza los primeros 20 km con muy buenas sensaciones, pasando a tener un mal momento entre el 20 y el 30. Consigue reponerse y terminar los kilómetros finales muy a gusto, logrando disfrutar y vivir a tope el ambiente en el mejor momento. Con 4 horas, 22 minutos y 41 segundos de carrera a pie, y 13:26:43 como tiempo final, Fran cruza la meta pletórico.
Luis Escalante
Con tres experiencias sobre esta distancia, dos en competición y una tercera que en realidad se puede considerar un entrenamiento, el MayencosMan (que también realizó Héctor Carrión), Luis Escalante es otro de esos tipos que saca tiempo para todo. Compagina jornadas maratonianas de trabajo con sus entrenamientos y la familia, aprovechando muchas competiciones de fin de semana para completar la preparación que no puede realizar de lunes a viernes.
Luis comienza el primer segmento muy bien. Sus sensaciones en el agua, el tiempo realizado (1 hora, 7 minutos y 12 segundos, 32:52 en la primera vuelta y 34:20 en la segunda), y salir sin cansancio acumulado, le hacen comenzar el ciclismo muy motivado.
Después de una transición tranquila y sin incidencias, Luis inicia el ciclismo consciente de que es su peor disciplina y que perdería puestos. Pero dos pinchazos de neumático todavía le penalizan más, no sólo por la perdida de tiempo, sino porque le dificulta coger un ritmo adecuado, algo que siempre es determinante, pero más en un recorrido con la dureza de éste. Llega excesivamente tocado a la carrera a pie, con un tiempo de ocho horas, 32 minutos y 18 segundos, para los 180 km.
La carrera a pie, su mejor segmento, lo comienza bien, inicialmente con buen ritmo y recuperando puestos. Escalante se cruza con Héctor y Fran, y viendo que se encuentran bien, se anima. Tras pasar con buen tiempo la media maratón, se le atragantan los siguientes 10 km. En el tramo final, al saber que el “presi” ya se encuentra en la carrera a pie y sentir próximo el objetivo le resulta estimulante, llegando eufórico a la meta.
A pesar de los problemas en carrera a pie finaliza la maratón con un buen registro, 4:14:23, lo que le permite completar el Ironman en 14 horas, 12 minutos y 37 segundos.
Luis “Lardiés”
La mochila de Luis Rodríguez, el veterano presidente de Mayencos, más conocido como Luis Lardiés, está llena de experiencias. Competiciones de triatlón, ciclismo, esquí nórdico, carreras por montaña, expediciones y viajes por todo el mundo… Su carácter inquieto le impide estar mucho rato sentado en el sofá. Siempre organizando actividades en torno al deporte, intentando inculcar a jóvenes y mayores un estilo de vida saludable.
Si se le puede considerar uno de los pioneros en esto del triatlón, llegó a la distancia Ironman hace tan solo 5 años, y ésta era su tercera competición sobre los 226 km combinados de natación, ciclismo y carrera. Aunque durante las últimas semanas Luis Lardiés no había podido entrenar todo lo que le gustaría, solo hay que conocerle para saber que si empieza algo es para acabarlo.
Pero la prudencia siempre está presente en la mente del Presidente de Mayencos, y la incertidumbre de si podría acabar marcan los primeros minutos de la prueba. Sin embargo, la prueba exige concentración y los temores iniciales desaparecen.
En la primera vuelta de la natación acusa el agobio de la gente, corrientes y olas en contra, y dado que el agua no es su medio, se le hace interminable, realizando 57:10. Pero en la segunda llega a relajarse e incluso a disfrutar. Con 58:44 realiza un tiempo en la natación 1 hora 55 minutos y 54 segundos.
Tras tomarse la transición como es habitual en él, con tranquilidad y dando prioridad a hacer bien las cosas sobre la velocidad, inicia el ciclismo con ganas de conocer la isla en bici. Toca disfrutar del Parque Nacional de Timanfaya y sufrir mucho en la subida al Mirador del Río, tanto por la dureza, como por el frío, así como el viento, que dificultaba tanto en las subidas como en los descensos, dónde provocaba inestabilidad sobre la bicicleta. Contento con el balance final de ciclismo, animado por el hecho de realizar todo el segmento adelantando triatletas (ventajas de salir de los últimos del agua), Lardiés deja la bici tras 8 horas y 16 segundos.
Una vez en Puerto del Carmen, inicia los 42 km sorprendido al ver la cantidad de participantes que realizan el recorrido andando, un número mucho más elevado que otras pruebas, lo que es un claro reflejo de la dureza de este Ironman. Así será durante las más de 5 horas que Luis emplea en la maratón (5:13:29), quien intenta correr siempre, aprovechando para caminar los primeros 50 metros posteriores a cada avituallamiento, lo que permite asimilar mejor el alimento y bebida. Aunque sufre del km 22 al 30, a partir de ahí se ve ya el final y se aguanta lo que sea.
Su tiempo final, 15 horas, 38 minutos y 50 segundos.
Como colofón a un día muy emocionante, entrada en meta del “Presi”, acompañado en tropel por sus compañeros de aventura y acompañantes.
Una prueba espectacular, con un recorrido de ciclismo muy bonito y duro, carrera con un ambiente impresionante. Gran organización, a excepción de algún tramo de carretera, con el asfalto en estado lamentable, sin ninguna duda, una experiencia a vivir. Y otro gran éxito para sumar al palmarés de Mayencos en su 60 aniversario.
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