Esta semana en el ‘Luces y sombras’ de SPORTHUESCA.com analizamos al Rayo Vallecano, un ilustre de nuestro fútbol que está viviendo su mejor momento de la temporada en LaLiga 1|2|3.
Efecto Míchel
No está siendo una temporada fácil para el equipo vallecano en lo que a entrenadores se refiere, ya que con Míchel son ya 3 los inquilinos que han pasado por el banquillo rayista; antes ya lo hicieron Sandoval y Baraja. Pero lo cierto es que no ha sido hasta la llegada del técnico madrileño cuando el equipo ha sacado a relucir todo el enorme pptencial que posee, acumulando 15 puntos de 27 posibles en sus 9 partidos en el cargo al frente del equipo.
Unos numeros de ‘playoff’ que sólo superan en estas últimas 9 jornadas el Levante (16) y la SD Huesca (17). Su inicio no fue fácil ya que en los primeros 3 encuentros tan solo consiguió un punto y ni un solo gol a su favor, pero la balsámica victoria por 2 goles a 0 ante el Real Oviedo despertó a un equipo que no solo mejoró sus prestaciones de cara al arco contrario, sino que lo hizo a través de la confianza con la pelota, esa pelota que tan bien trataba como jugador su actual técnico.
Mejora defensiva
Si alguien está siendo uno de los artífices del actual crecimiento de este Rayo ese es su portero Gazanniga y, por ende, su fortalecimiento defensivo a raíz de la llegada de Míchel. Y es que en las últimas 6 jornadas de Liga el equipo ha sufrido una metamorfosis en la parcela defensiva que viene reflejada en los resultados del equipo, pues tan solo ha recibido 3 goles y además ha dejado la portería a 0 en 3 ocasiones. Pero mención a parte tiene el portero argentino, que alcanzó el súmum en su fantástica exhibición en Murcia (hace 2 jornadas) donde dejó un recital de paradas que fueron determinantes para el triunfo final ante el UCAM (0-1).
Retorno del gol
No menos importante, o más bien dicho fundamental, ha sido su afinación de la puntería en las últimas jornadas. Sus 4 partidos consecutivos viendo puerta han hecho posible que el equipo vallecano haya huido definitivamente de los puestos peligrosos de la clasificación para instalarse 4 puntos por encima del descenso.
Y es que si hay un dato que resume esta mejoría son los 24 remates contabilizados en el partido de la semana pasada ante el Lugo, donde el equipo que dirige Míchel fue un fiel reflejo de lo que sus números dicen, visto que el primer remate a puerta visitante se produjo cuando el partido ya moría por el minuto 93. El máximo goleador del equipo es Javi Guerra, con 8 tantos, seguido de Ebert, con 5.
Un proyecto muy por debajo de sus posibilidades
No todo son buenas noticias en el cuadro rayista, ya que su notable mejoría de las últimas jornadas no esconde el verdadero fracaso de la actual temporada, donde el equipo madrileño partía -por historia y plantilla- como uno de los aspirantes a pelear por el ascenso a Primera División.
Los 3 entrenadores en una misma temporada y el verse inmerso en una lucha que no le correspondía han pesado en una campaña que está intentando salvar de la mejor manera posible. Con el equipo todavía coqueteando con los puestos peligrosos de la clasificación, la consecución de la permanencia matemática se ha convertido en el verdadero objetivo del Rayo Vallecano.
Un inicio comprometedor
Apenas tuvieron que pasar 3 jornadas ligueras para ver a los vallecanos en el farolillo rojo de la tabla clasificatoria con tan solo 1 punto de 9 tras una dolorosa derrota en Almería por 3 goles a 0. Después vendrían días de cal y de arena, desde llevar al equipo en la jornada 11 a la mejor posición clasificatoria de la temporada (8º) hasta, finalmente, terminar la primera vuelta en la decimosexta posición con 24 puntos, solo 2 por encima del descenso.
En la actualidad y gracias a la racha de resultados obtenidos por Míchel el equipo de nuevo ha sacado la cabeza tras tocar fondo en la jornada 29, cuando ocupaba la penúltima posición con 29 puntos. Un coqueteo durante toda la temporada con los puestos peligrosos de la tabla clasificatoria, algo que ya dejó intuir el irregular inicio de un equipo con un potencial tremendo en sus filas.
Caso Zozulya
Si hay un caso que ha marcado esta temporada al Rayo Vallecano ha sido el revuelo montado por el ‘no’ fichaje de Román Zozulya. Pocas horas después de que el delantero ucranio y el Betis acordaran su cesión al conjunto madrileño, el atacante regresó a Sevilla ante la airada reacción de una parte de la afición de su nuevo equipo, capitalizada por el grupo ultra de los Bukaneros. Acusado de “neonazi” por los radicales vallecanos, el paso de Zozulya por las instalaciones del Rayo fue muy duro para el jugador.
La reacción del Betis fue inmediata tras lo acontecido. “Ante los problemas surgidos con los radicales del Rayo, hemos hablado con este club y, en protección al jugador, que es nuestro, hemos decidido que regrese a Sevilla”, afirmó el director deportivo del Betis, Miguel Torrecilla, en la radio oficial del club andaluz.