“Fue una derrota dura que hay que olvidar ya. Tenemos un partido difícil el sábado, en un campo complicado como el del Mirandés”. El entrecomillado es de Luisinho que acaba de poner voz al equipo tras el entrenamiento del Huesca. Una frase para resumir lo que supuso la derrota ante el Rayo Vallecano y lo que aventura ante el próximo rival del Huesca.
El equipo de Míchel busca iniciar un nuevo ciclo para conseguir tres victorias consecutivas. Tal como está la zona noble de la Segunda División, firmar ese objetivo supondrá un salto tremendo. Para ir a la caza del líder, el Cádiz, y para abrir brecha con los perseguidores. El defensa subraya que todos los partidos son difíciles, “nos conocen mejor” -advierte Luisinho- y la liga es muy larga.
Uno de los grandes objetivos del Huesca, y así lo reconoció el jugador luso, es saber jugar con el marcador en contra. En este sentido dijo que los rivales se cierran más y “nosotros nos desorganizamos más al abrirnos para buscar el empate”. La clave contra el Mirandés será estar centrados y aguantar su presión.