Luis Javier Lamuela, ‘Luisja’, no es un jugador de balonmano cualquiera. Privado de realizar su deporte favorito, cumple una función vital -y más aún en estos tiempos- en la sociedad española: médico del Hospital Miguel Servet. El jugador del Balonmano Dominicos ha concedido una entrevista a Sportaragón para aportar un punto de vista experto sobre el coronavirus y cómo afectará a las competiciones deportivas.
Podríamos arriesgarnos a decir que el balonmano entra dentro del top 3 de deportes colectivos en España. Sin embargo, este deporte ha atravesado muchas complicaciones y más aún en Aragón. ¿Cómo se encontraba el Balonmano Dominicos antes de que se decretara el estado de alarma?
La desaparición del Balonmano Aragón supuso un duro golpe para todos nosotros. Dejar de tener un referente en la Liga Asobal en Zaragoza, afectó bastante al balonmano aunque hemos tenido la suerte de que conservamos al Bada Huesca. A parte, siempre hemos estados dos o tres equipos aragoneses en Primera Nacional y eso es algo que también te da visibilidad en todo el país.
En cuanto a nosotros, estamos en un equipo en reconstrucción, rejuvenecido y con entrada de nuevas personas en la dirección técnica y el staff técnico. El año pasado incorporamos a Iván López, procedente del balonmano andaluz y a partir de ahí hemos comenzado a trabajar bajo una misma pauta y filosofía. Estamos iniciando un camino en el que cada equipo comienza a ser reconocible.
¿Ha venido bien el parón al equipo? ¿Tenéis algún plan establecido para mantener una condición física óptima por si vuelve la competición?
Está siendo una temporada con muchos altibajos, estamos peleando en la parte media baja de la tabla. Yo creo que el parón no nos ha venido ni bien ni mal, necesitamos competir, disfrutamos de ello. En cuanto a la preparación, el club nos está mandando un plan para mantener la condición física y lo estamos realizando. El problema es que ahora mismo no sabemos nada del futuro de la competición, por lo que la preparación no es la misma. Creo que cuando tenemos un objetivo en mente, somos mucho más productivos. Cuando tenemos una incertidumbre como esta, el trabajo no es igual en el día a día.
¿Cree que no se va a retomar la temporada?
Visto lo que están haciendo en otros países y a expensas de lo que decida la Federación, a mí se me antoja complicado el que se reinicie esta temporada, al menos la liga regular. Luego ya está el tema de los ascensos y descensos que es más complejo.
Para mí, suspender la temporada me parecería lo más lógico. No creo que se pueda asegurar las garantías sanitarias necesarias para el correcto desarrollo de la competición ante todas las complicaciones que pueden surgir por el camino. Meter a quince personas, más el cuerpo técnico, es algo inviable. Es complicado saber cuándo vamos a poder recuperar la normalidad. Ahora mismo estamos en un continuo estudio sobre el comportamiento del virus, cómo se transmite, qué capacidad tiene de contagio y de la inmunidad que se desarrolla frente a él; además del desarrollo de las vacunas.
Entonces, ¿qué piensa de que las grandes ligas de España quieran acabar la temporada?
Hay muchos intereses que superan lo meramente sanitario cuando eso es lo más importante. No solo debemos hablar del peligro que supone por el contagio, sino también el peligro de que aumenten considerablemente las lesiones de los deportistas. Sanitariamente no interesa que comiencen estas grandes ligas. Es una locura que vuelvan estas competiciones cuando el resto de la sociedad no pueda todavía ni salir a la calle en grupo. Sin embargo, debido al motor económico que suponen, acabarán disputándose.
Hablemos de tu labor en el Hospital Miguel Servet, ¿cómo es su día a día?
Me estoy especializando en el aparato digestivo, por lo que alterno, de forma semanal, la asistencia al personal de mi especialidad con la asistencia a los pacientes con infección por coronavirus. La organización del hospital ha cambiado y hay plantas dedicadas exclusivamente a la atención de estos pacientes.
¿Qué siente cuando sabe que el aplauso de las 8 de la tarde va dirigido a personas como usted?
Es una sensación de orgullo ver cómo la gente se solidariza con aquellos que estamos más expuestos. Sin embargo, estos aplausos también deben deben de dirigirse a todos aquellos que están acudiendo a su trabajo en estos días.