Llegó el día del juicio final, el último partido de liga, donde acabará por fin la travesía de esta temporada de Magia Huesca jugando con el descenso, donde se espera un final feliz, en una jornada donde depende de sí mismo. La victoria acabará en fiesta en el Palacio gracias a la permanencia en LEB Oro, y la derrota pondrá la mirada en Logroño esperando que Lleida logre una victoria, que le supondría la séptima de la temporada fuera de casa.
Este viernes 28 a las 21.00 se enfrentarán en el Palacio de los Deportes el Magia Huesca y el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, en un choque de sensaciones diferentes, donde los extremeños llegan sin ninguna presión. Sólo se juega mantener la undécima posición ante Araberri, que es el único que se la puede quitar, y los altoaragoneses se juegan nada más y nada menos que la vida, con un premio gordo que es la permanencia en LEB Oro.
Se espera que el pabellón oscense sea una fiesta gracias a las promociones lanzadas desde el club, y que alrededor de 3.000 almas empujen al equipo hacia el objetivo, emulando las grandes citas donde la parroquia verdiblanca nunca ha fallado, alentando al equipo de baloncesto de la ciudad cuando lo ha necesitado, estando en la categoría que estuviera y jugándose lo que se jugara.
Cáceres, a pesar de ser el equipo con peor racha actualmente de la LEB Oro con 4 derrotas consecutivas, intentará aguar la fiesta a Magia Huesca, confiando en el buen hacer de sus jugadores, los que le han permitido relajarse en las últimas jornadas tras un buen arranque, e incluso tocar con los dedos los playoffs de ascenso, aunque para la cita no estén ni José Antonio Marco ni Luis Parejo, los dos capitanes del equipo y esenciales en los esquemas de Ñete Bohigas, aunque su dupla mágica, con Nikola Rakocevic y Sandi Marcius, sí se vestirán de corto el viernes en busca del cuarto triunfo fuera del Multiusos de Cáceres.
La mayor arma de Cáceres viene desde el triple, donde con un 38,2% de media es el tercer conjunto con mejor acierto desde más allá del 6,75m de LEB Oro, lo cual les hace muy peligrosos desde la distancia, obligando a abrir las defensas que permiten jugar más liberado a un Sandi Marcius que es el jugador más valorado del equipo. Por lo demás es un equipo poco reboteador (4º peor de la liga) cuya característica principal tampoco es la defensa (4º que menos roba, el que menos faltas hace, y 2º que más puntos recibe en LEB Oro).
El mejor ingrediente que tiene que tener Magia Huesca para doblegar a Cáceres es la ansia de victoria. Esto se tiene que traducir en defender con agresividad y ahogar al rival en la pista, además de desplegar un juego veloz en ataque logrando situaciones de lanzamientos fáciles a canasta y puntos al contraataque. Hacer hincapié en la defensa, ante un equipo donde no está su base titular por lesión, buscando agotar al suplente para que dispute los menos minutos posibles y así se queden sin un director de juego de tanto nivel el mayor tiempo que se pueda.
El enfrentamiento de la primera vuelta
Partido con dos caras el que se jugó en Cáceres, y es que los oscenses mostraron una buena versión en los primeros 20 minutos de encuentro, pero en lo segundos 20 el equipo se hundió y tan solo pudo anotar 23 puntos, mientras el rival lo cosía a triples, con un 12 de 27 desde más allá del 6,75m por los 4 de 21 de los oscenses, terminando el partido con una abultada derrota por 73-57.
Eran los extremeños los que golpeaban primero con 2 triples, pero Mirza Bulic se echaba a las espaldas el equipo logrando 9 puntos en el cuarto para acabar el mismo 16-19 arriba. La igualdad se mantenía en el segundo envite, a pesar de aparecer la inesperada figura de Ziggy Riauka con un tremendo periodo, llegando al descanso 31-34 para los oscenses. A partir de ahí debacle para los verdiblancos, en un cuarto donde solamente anotaban 7 puntos, y en el que aparecía Luis Parejo con 3 triples, acabando el cuarto 49-41. El Cáceres seguía con su racha ascendente, y aparecía Nikola Rakocevic desde el triple para lograr una máxima de 18 puntos, que al final se quedó en dos menos, con el 73-57 tras los 40 minutos de choque donde el triple fue la clave.
En Magia Huesca estuvo el MVP del choque en la figura de Mirza Bulic que acabó con 21 de valoración gracias a sus 15 puntos y 5 rebotes, a quien acompañó en labores anotadoras Greg Gantt y Jokubas Gintvainis con 12 puntos cada uno, y 10 de valoración en el caso del lituano.
Por parte de Cáceres, José Antonio Marco fue el más valorado con 17, fruto de 9 puntos y 6 asistencias, aunque los puntos llegaron de la mano de Ziggy Riauka con 15 tantos a los que sumó 6 rebotes y 12 de valoración, y el artillero Nikola Rakocevic, con 12 puntos y 10 valorados. También superaron la decena de valoración Sandi Marcius con 7 puntos y 9 rebotes para 14 de valoración, Sergio Pérez con 5 puntos y 6 rebotes para 12 de valoración, y Luis Parejo con 9 puntos y 4 rebotes para 11 valorados.
Puntos a tener en cuenta
Dos hombres lucen por encima del resto en Cáceres, comenzando con el escolta montenegrino Nikola Rakocevic, el pistolero del equipo, 7º máximo anotador de LEB Oro, capaz de anotar de 3 puntos, de 2 puntos y gracias a potentes penetraciones a canasta, un jugador que puede crear sus propios lanzamientos gracias a su buena calidad, y que este año está firmando 15,1 puntos por partido con un 41,3% de acierto desde el perímetro, para 13,2 de valoración, aunque no es el jugador más valorado, algo que está en la figura del pívot croata Sandi Marcius, que en su primera campaña en LEB Oro tras su gran año en Plata, es el 7º jugador más valorado de la competición así como el 10º máximo anotador, un rocoso interior, fuerte y sobrio con grandes movimientos que le aportan muchas canastas cerca del aro, como demuestran sus estadísticas de 13,9 puntos a los que suma 7,8 rebotes para 17,7 de valoración.
No obstante para tener la salvación desde hace unas jornadas en la mano, es necesario que estos hombres estén acompañados, siendo el veterano Sergio Pérez una de las figuras más importantes, una ala-pívot abierto que roza los 10 puntos por partido con una prodigiosa muñeca como demuestra su peligroso 45,5% de acierto desde el triple de este hombre con pasado ACB que aporta mucha experiencia al bloque y que puede ser muy importante en un partido con tanta presión ambiental. Por el exterior JC Fuller es un eléctrico jugador americano muy irregular, capaz de realizar un mal partido o de brillar por encima del resto para ser el jugador clave del equipo, muy rápido y con gran potencia de salto que aprovecha para penetrar a canasta, y con un más que decente lanzamiento exterior.
Ante la baja de José Antonio Marco, el timón del equipo está en las manos de Guillermo Corrales, un base a quien le gusta jugar más ejercer de director que de anotador, jugando muy bien el bloqueo y con una visión de juego aceptable. Carlos Toledo es el sexto jugador del equipo actualmente con la también baja de Luis Parejo, un alero alto que aporta intensidad y esfuerzo, así como mucha ayuda en el rebote, a quien le gusta más anotar cerca de canasta que lejos de ella.
Por dentro el lituano Ziggy Riauka, máximo anotador extremeño en el partido de ida, es un interior polivalente que puede jugar tanto de 4 como de 5, a quien le gusta jugar cerca de la pintura, y que tiene buena actitud defensiva. También hombre de zona es el esloveno Andraz Kavas, que vino a sustituir a la torre islandesa Ragnar Nathanaelsson, un jugador con buena mano que puede conseguir puntos tanto cerca como lejos de canasta, acabando con él los hombres más habituales de Ñete Bohigas y que acostumbran a tener minutos en pista.
Con esta corta rotación que presenta Cáceres, poner ritmo al partido es fundamental para que Magia Huesca consiga la victoria, siendo imprescindible en defensa cerrar el triple rival, del cual abusarán como en la ida, teniendo un papel fundamental todos los jugadores exteriores en esta faceta, además del ala-pívot por el peligro que representa Sergio Pérez. En ataque confianza con el empuje de la marea verde, buscando el acierto exterior con tiros liberados donde aparezcan otros protagonistas además de Jokubas Gintvainis, y por dentro dominar la pintura y el rebote ante Sandi Marcius al que sería ideal cargar con personales, buscando nuevamente un buen partido de Mirza Bulic que está de dulce en las últimas jornadas.
El empuje de la afición clave
Aunque sea en casa, se espera una auténtica marcha verde, y uno de esos partidos para guardar en la retina de todo aficionado no solo al baloncesto sino al deporte, en un Palacio que será una auténtica caldera para empujar a los suyos, con fácilmente más de 3000 personas, en un choque que ha de ser una fiesta y que ha de acabar con victoria y el grito unánme de “que salgan” a la espera de la vuelta a la pista de unos jugadores y un cuerpo técnico que tanto ha sufrido esta temporada en LEB Oro, categoría que hay que mantener para volver a disfrutar una vez más el próximo curso.