ZARAGOZA | El Real Zaragoza logró el empate sobre la hora, desde los once metros, en un partido que volvió a tener dos caras. En la primera, el equipo de Víctor Fernández dominó el tiempo y la escena, pero le faltaron recursos para alcanzar las ocasiones. El gol tras la reanudación lo complicó todo y Víctor Fernández ejecutó los cambios en busca de un milagro. Llegó sobre la hora y resolvió, frío y elegante, Maikel Mesa, para congelar Butarque y dejar cerca la salvación.
Edgar Badía (4): En la primera mitad, resolvió con los puños las pocas pruebas que le puso el Leganés. En la segunda, sufrió en el centro lateral y en el remate de Miguel de la Fuente. Sin que el gol sea solo responsabilidad suya, Badía desprotegió su palo, en un detalle que ya ha pasado antes.
Fran Gámez (6): Sus centros son siempre una promesa y mejoran el panorama de las jugadas. Incluso cuando no apura la línea de banda, de sus botan parten los mejores remates del grupo. Como todo el grupo, sus registros empeoraron en la segunda mitad. Pero aún así, no debería faltar nunca en el flanco derecho.
Alejandro Francés (7´5): Orientado al perfil diestro, mostró su jerarquía y un sentido que define su juego, el de la anticipación. Volvió a ser un gigante, ganador de todos los duelos.
Jair Amador (5): Ocupó el carril central, quizá el sitio que mejor cubre sus defectos en un sistema de tres centrales. Si en los centros puede detener la herida, frente al Leganés no hubo demasiadas tentativas. Parece mejor central cuando solo uno le acompaña.
Lluís López (4): Quizá desorientado, sin una marca fija, no fue el futbolista que vimos en El Alcoraz. Frente al Leganés estuvo algo impreciso y Miguel de la Fuente le ganó el duelo y la partida en el gol de los locales.
Akim Zedadka (5): Peor que ante el Huesca, guardó la banda pero no supo progresar a pierna cambiada. Mas riguroso de lo que se esperaba, a su fútbol le faltó un punto de soltura.
Toni Moya (8): Jugó probablemente su mejor partido con el Real Zaragoza. Estuvo implicado en la circulación, atrevido en los pases y fue líder en el peor momento. Asumió la responsabilidad y gobernó el partido, en las distancias cortas y también en las más lejanas.
Marc Aguado (7): La llegada de Víctor Fernández le ha cambiado el rostro y el mediocentro no para de crecer. En Butarque, impuso su dictado. Una lesión le retiró antes de tiempo e interrumpió el mejor partido que ha ofrecido.
Maikel Mesa (6´5): Falló un gol cantado en la segunda mitad, pero esperó una réplica del tiempo. Congeló la imagen camino de los once metros, cuando el fútbol quema y el balón abrasa. El resto del tiempo, participó y supo que la jugada creciera. Pero su mejor huella llegó en el último minuto, en el momento Maikel Mesa. Ejecutó ajustado, perfecto, hasta alcanzar el empate que su equipo había buscado. Once del once.
Adrián Liso (7): Atrevido, su fútbol ya no tiene ribetes ni cadenas. El gol ante el Huesca le ha dado el punto de confianza preciso y ya se atreve a ser él mismo. Frente al Leganés depuró su juego y lo intento siempre. Dribla, arrancada y galopa firme en el fútbol de los mayores.
Iván Azón (5´5): Volvió a ser un jugador de equipo, también desde la delantera. Ganó duelo, guardó balones y generó espacios para el resto. Remató dos veces lejos de Dani Conde y lo intentó mil veces. Dejó, eso sí, pocas marcas en el área.
Cambios del Real Zaragoza
Jaume Grau (4): El equipo empeoró con la lesión de Marc Aguado, sin que fuera solo culpa suya. Estuvo blando en algún choque, le faltó atrevimiento en la salida y dejó demasiado espacio en un centro clave. Ganó eso sí duelos cuando pudo defender hacia delante y algunas de sus recuperaciones tuvieron un efecto inmediato.
Germán Valera (3´5): Pierde crédito en la comparación con Liso. Le falta convencimiento, la intención de ser protagonista todo el tiempo. Quizá eso explica su lugar en la plantilla. Ahora mismo parece suplente por méritos de otros.
Sergi Enrich (2): Un día más, nada de nada. Su mejor acción en el partido fue una protesta. Y con eso parece que todo está dicho.
Sinan Bakis (2): Víctor pensó que el partido estaba para probar sus remates, pero Bakis sigue sin comparecer. Uno nunca sabe donde empieza su bloqueo y donde acaban sus molestias.
Pablo Cortés (SC): Su debut es una de las mejores noticias que dejó el encuentro. No pudo intervenir demasiado, pero da la impresión de que el balón sale más limpio cuando parte de sus botas. La voluntad de todos ya está escrita: que el futuro se pinte con su zurda.
Entrenador
Víctor Fernández (6): Eligió otra vez un dibujo que no parece estar fabricado en su lienzo, sino en las páginas amarillas y en las listas de emergencias. Aún así si alguien mereció el triunfo fue su Zaragoza, capaz de hacer menos líder al Leganés. Amasó el balón, buscó la posesión y generó las mejores situaciones. Durante la primera mitad, le faltó claridad y contundencia. En la segunda, logró el empate gracias a la intención y su capacidad para insistir. En el último tramo, las tablas cayeron del cielo. La mejor ayuda llegó de un zaragocista que hoy se ha hecho inmortal. Y el mejor cierre lo escribió Maikel Mesa.