ZARAGOZA | Juan Carlos Cordero se mueve con sigilo y busca una elección central en su estructura. Si el mercado nacional situaba los nombres de Aleksandar Sedlar y Aridane Hernández como posibilidades, un rumor toma fuerza en la mañana de este domingo. Se trata de Maksym Dyachuk, un central de 21 años, que pertenece al Dinamo de Kyev. La información parte de Ucrania y se trataría de un movimiento encubierto, una posibilidad no escrita en ninguna de las quinielas.
De 1´87 y con poder en el juego aéreo, ocupa el carril central, casi siempre en el perfil izquierdo. A estas alturas de la jugada, pertenece a la categoría de los desconocidos, de las promesas por hacer. En Ucrania se le considera un jugador con posibilidades, vencedor de duelos, fuerte en las disputas. En un momento en el que el mercado apremia y el Zaragoza agita las posibilidades, las escritas y las que están todavía por descubrir.
Un dato curioso sirve para alumbrar esta sorpresa del domingo. Kervin Arriaga y Maksym Dyachuk se enfrentaron en julio de este mismo año. Venció el Dinamo con solvencia, en un set que Cordero parece haber tenido en cuenta. Promesa en su país, en formación y con posibilidades para dominar el juego por tierra y aire, algunos rumores situaron a Dyachuk en la órbita del fútbol inglés. El Plymouth se planteó ofrecer 2 millones de euros por el central, pero se decantó por Taloverov, un futbolista más formado, con más kilómetros en sus botas.
El reloj de arena sigue en marcha y Juan Carlos Cordero guarda secretos bajo su manga. Entre ellos un nombre que pretende ser dos cosas: un refuerzo central y un descubrimiento.