ZARAGOZA | El Real Zaragoza ha anunciado esta mañana la lesión de Marc Aguado, que le tendrá lejos del césped las próximas semanas. La dolencia se hizo definitiva en el duelo ante el Leganés y le afecta en la zona del abductor largo. Ninguna lesión es oportuna, pero esta llega en el peor momento, para frenar al mejor Aguado de la temporada.
Víctor Fernández ha diseñado un plan en el que los mediocampistas son el centro de todas las cosas. Ahí, en ese lugar de la escena, un binomio empezaba a brillar. Mientras Toni Moya se atreve a conducir y pensar en portería, Marc Aguado era el cerebro, el punto de partida. Un cambio provocó su crecimiento: modificó el eje de su fútbol y convirtió en vertical todo lo que antes era horizontal.
Los episodios musculares definen una temporada llena de decepciones. El Real Zaragoza supera los 20 casos en su plantilla y Víctor Fernández se ve en la obligación de volver a improvisar en la zona más estratégica del juego. Jaume Grau aparece como el más lógico de los sustitutos, mientras Víctor estima también la promoción de Alberto Vaquero para ese lugar.
La evolución de Marc Aguado en el curso se paraliza también. Después de que no llegara a convencer con Escribá ni Velázquez, frustrado en el fútbol y en el ánimo, su despertar con Víctor Fernández parecía evidente. Ahora, cuando el fútbol le hacía sonreír de nuevo, le ofrece un nuevo revés. Una lesión detiene su evolución. Marc Aguado tiene que parar.