ZARAGOZA | El Real Zaragoza se presentó ante el Elche en La Romareda con un once titular sin ningún cambio con respecto al partido frente al Levante. Ni el resultado, ni el juego, convencieron del todo a la afición zaragocista. Lejos de llegar a las altas expectativas que generó el último partido en el Ciutat de Valencia, muchos de los jugadores bajaron un escalón y su pobre rendimiento hizo mella. Al Real Zaragoza, una vez más, le rescataron sus canteranos. Iván Azón se encargó de empatar el partido. Francés de paliar los ataques del Elche. Y Marc Aguado de añadir pausa y contrarrestar el flojo nivel de Toni Moya y Maikel Mesa.
Con Víctor, Aguado parece volver a sentirse futbolista. La lesión de Francho Serrano le dio la oportunidad de volver a los terrenos de juego, pues sus minutos estaban siendo escasos debido a la regularidad del catorce y la mejora de Toni Moya. Su progreso no se está notando tanto con balón, que también, sino sin él. En un equipo mucho más resentido en defensa, al que le generan muchas más ocasiones en contra, Aguado trata de cortar cualquier balón que amenace por el centro del campo. El partido ante el Levante marcó el auge de su rendimiento defensivo. El centrocampista ganó seis duelos (cinco por el suelo y uno aéreo), realizó cuatro despejes, bloqueó dos disparos…. El mal resultado final no manchó su correcto rendimiento.
Con balón, Aguado está comenzando a atreverse. Desde la llegada de Víctor promedia casi un pase clave por partido, es decir, un pase que acaba en remate. En el último partido, acabó dando la asistencia del gol de Azón, aunque fue más mérito del delantero que hizo bueno el balón con un gran recorte a Mario Gaspar. Anterior a la llegada del nuevo técnico del Real Zaragoza, con Velázquez, enlazaba siete partidos sin dar un pase clave. El último precedente acabó en una asistencia a Francho Serrano ante su exequipo, el Andorra. Un balón que tampoco tenía un peligro especial y de nuevo fue mérito del goleador.
Marc Aguado ha sido uno de los jugadores más señalados en esta temporada. En su erasmus de tres años en Andorra se convirtió en uno de los jugadores insignia del equipo. Llegando a ser una de las sensaciones de la pasada temporada en la Liga Smartbank. El Real Zaragoza apostó fuertemente por él y rechazó ofertas superiores al millón de euros. Había muchas expectativas por el canterano, que fueron refrendadas por un buen nivel en la pretemporada y los primeros partidos que acabaron en victoria. Sin embargo, con la caída del equipo, su rendimiento se resintió. El gran juego de pase del que presumía Aguado se volvió extremadamente plano y sin peligro, a causa del miedo que generó Velázquez a equivocarse.
La intención de Víctor Fernández de tratar de atacar constantemente, de atreverse más con balón, está ayudando a Marc Aguado para volver a ser un buen futbolista. Ha dejado de ser un jugador que su trato con el balón se reduce a un mero trámite y está incrementando su importancia en el juego. El Real Zaragoza no está para perder futbolistas en este último tramo de la temporada, y la recuperación del canterano puede ser clave tanto para este final de curso como para la próxima campaña.