HUESCA | Marc Mateu es uno de los líderes del vestuario del Huesca y esta temporada cogerá galones. Sin Andrés ni Juan Carlos, el vestuario busca a dos capitanes que acompañen a Jorge Pulido y el valenciano se postula a ser uno de los futbolistas importantes. “Creo que más o menos ya se me consideraba un líder. Me he sentido respetado igual que los que se han ido así que no creo que sea tomar ningún testigo. Simplemente seguir haciendo lo que estaba haciendo porque creo que ayudaba bastante a todos”, afirma.
El jugador valora de forma positiva la continuidad de Cuco Ziganda y de buena parte de la plantilla. El club apostó con Ángel Martín González a la cabeza por un proyecto continuista y entre el entrenador navarro y el director deportivo están confeccionando la plantilla para la 23-24. “Creo que debería ser mantener el nivel defensivo del año pasado, que nos dio para salvar la categoría, y luego si conseguimos mejorar con balón a ver hasta dónde podemos llegar. Yo diría que el reto es mantener lo del año pasado e intentar mejorar. Creo que debería de ser un reto para todos. Para el entrenador, para nosotros, para todos. Eso sí, sin dejar de lado lo defensivo porque personalmente creo que en Segunda División es importante defender muy bien”, apostilla.
Marc Mateu, un comodín para el Huesca
La pasada temporada sufrió dos lesiones musculares seguidas que lastraron su temporada. Con el Numancia también sufrió la misma lesión. Este curso quiere resarcirse de la pasada campaña que le dejó un mal sabor de boca tras jugar 31 partidos, con solo 23 desde el inicio. Al futbolista de 33 años no le importa jugar de extremo o de carrilero: “Yo me adapto a lo que necesite el entrenador. Más arriba, más atrás, por dentro, por fuera… Me da exactamente igual”.