ZARAGOZA | El Real Zaragoza sufrió una dura derrota por 4-1 frente al Almería, profundizando su crisis en LaLiga Hypermotion. El equipo acumula siete partidos sin ganar y se encuentra peligrosamente cerca de los puestos de descenso, concretamente a la espera de lo que haga el Eldense este domingo ante el Mirandés (14:00 horas).. Tras el encuentro, el canterano y lateral derecho Marcos Luna compartió sus impresiones sobre el difícil momento que atraviesa el conjunto aragonés.
Análisis del partido
Marcos Luna reconoció que el equipo no comenzó el partido de la mejor manera: “La realidad es que no hemos entrado bien al partido. Aparte del primer gol, que es un rebote, cuando las cosas van mal todo sale en contra, pero no hemos salido bien. Ellos han tenido algún encuentro con nuestro portero”. Además, destacó que, aunque tras el 2-1 tuvieron momentos de dominio, el tercer gol del Almería fue un golpe duro: “Con el 2-1 hemos tenido unos minutos donde hemos podido dominar un poco más en campo rival, pero el 3-1 la verdad es que ha sido un error bastante grave, sobre todo por el minuto que era. Porque si te metes al descanso 2-1, la segunda parte podías plantear otras cosas, y al final está pasando un gol de ventaja, y el 3-1 yo creo que ha sido un golpe muy duro”.
Situación actual y necesidad de reacción
El lateral derecho enfatizó la gravedad de la situación y la necesidad de centrarse en el próximo partido contra el Córdoba: “Obviamente la situación es la que es. Yo creo que en estos últimos dos partidos sí que hemos dado un paso atrás, ya que el día del Sporting sí que estuvimos muy cerca de ganar, y bueno, estos dos últimos partidos la verdad es que no ha salido nada como queríamos. Hemos encajado mucho gol, y si encajas muchos goles en esta categoría, pues es imposible sumar”. Añadió que deben prepararse mentalmente: “Tenemos que centrarnos ya en el Córdoba, que es una semana larga para prepararlo, para sobre todo ya no lo físico ni lo táctico, sino la cabeza, empezar a saber que esto tiene que ser el lunes ya, que es ellos o nosotros, y tiene que ser nosotros”.
Importancia del aspecto anímico
Marcos Luna subrayó la relevancia del estado anímico en una categoría tan competitiva: “Lo anímico en esta categoría, no voy a descubrir la igualdad que hay entre los equipos. Si no estás mentalmente, pues encima recibes golpes durante los partidos, y cuando mentalmente no estás en una situación fácil, pues esos golpes a veces te dejan KO“. Resaltó que deben mantenerse firmes y no rendirse: “Tenemos que estarlo. No es momento de tirar la toalla ni mucho menos. Quedan muchos partidos, quedan muchos puntos en juego y tenemos que sacarlo, no hay más”.
Autocrítica y apoyo de la afición
El jugador hizo un llamado a la autocrítica y a la unión con la afición: “Estoy seguro que cambiando esa mentalidad, somos el mismo equipo que a principio de temporada conseguimos ganar partidos. Somos los mismos jugadores, tenemos que mirarnos a la cara a cada uno. Mirarnos el ombligo también, no mirar fuera, mirarte el ombligo y decir tengo que dar un poco más porque no nos está dando”. Reconoció la importancia del apoyo de la afición: “Y estoy seguro que con el apoyo de la afición, que repito, no tenemos nada que exigirle, pero lo necesitamos, es la realidad. Estoy seguro que lo sacaremos”.
Futuro del entrenador y responsabilidad compartida
Ante la posible destitución del técnico Miguel Ángel Ramírez, Luna comentó: “Esa pregunta la tienes que hacer a otra persona. Nosotros tenemos que estar a muerte con el entrenador que tengamos. Al fin y al cabo, yo creo que también los que jugamos somos nosotros”. Insistió en que la responsabilidad recae en los jugadores: “Está claro que la figura del entrenador, pero los que salimos ahí jugando 11 contra 11 somos los jugadores. Tenemos que asumir responsabilidades, tenemos que dar más porque no nos está dando y a partir de ahí intentar ganar al Córdoba y ganarle”.
La situación del Real Zaragoza es crítica, y el próximo partido contra el Córdoba se presenta como una oportunidad crucial para revertir la mala racha y alejarse de los puestos de descenso.