El Real Zaragoza tiene un diamante en bruto, su cantera. Sin duda, es lo más valioso que posee el club. Año tras año debutan jugadores del filial, dando siempre muy buenos resultados y siendo los salvadores del equipo en los momentos más difíciles. Este sábado le llegó el turno a Marcos Luna, lateral derecho de 19 años. Tras varios partidos convocado con el primer equipo, por fin jugó sus primeros minutos frente al Villarreal B en la Romareda.
El momento de Marcos Luna
Marcos Luna está viviendo un sueño. De jugar en la categoría juvenil la temporada pasada ha dado el salto a la segunda división como futbolista profesional. Su excelente rendimiento el año pasado hizo que la dirección deportiva se fijara en él y comenzará la pretemporada a las órdenes de Juan Carlos Carcedo. Gracias a su buen trabajo, su actitud, su potencial y la incertidumbre por la lesión de Vigaray ha seguido en la dinámica del primer equipo en el comienzo liguero, con escasa participación en el Deportivo Aragón.
El zaragozano ha sido convocado en 10 partidos, todos excepto el de Ipurúa, y en la undécima jornada el míster decidió brindarle su oportunidad. En mitad de una situación delicada, con 1-1 en el marcador, a falta de 5 minutos más el añadido para el final, Luna entró al campo en el lugar de Fran Gámez, compañero de posición. No obstante, el 27 ocupó el rol de extremo derecho, por delante de Larra, que ejerció como lateral.
Poco tiempo en el césped para sacar conclusiones, y fuera de su posición natural, pero ya pudimos ver algunas buenas combinaciones con Gaizka Larrazábal. Una pareja que seguro volveremos a ver. Lo que sí podemos confirmar del joven es que tiene un físico poderoso, velocidad, intensidad y mucho margen de mejora dada su juventud, por lo que se le atisba un futuro esperanzador.
Luna tiene dos años más de contrato como canterano, hasta 2024. Durante el verano ha tenido ofertas para marcharse. El FC Barcelona estuvo interesado en el futbolista para incorporarlo en su filial. Sin embargo, el Real Zaragoza lo mantiene atado y él mismo quiere crecer aquí, en el equipo de su vida.
En conclusión, el sábado 15 de octubre es una fecha que Marcos no olvidará nunca. Además, el recuerdo fue perfecto, ya que el equipo consiguió una victoria importante frente a la afición.