ZARAGOZA | El Real Zaragoza inició el mercado con la llegada de Mario Soberón. Pareció un movimiento sin ruido, un fichaje sin portadas. Juan Carlos Cordero sondeó el mercado y encontró a un delantero móvil, intuitivo, que representa la cultura del esfuerzo y el trabajo sostenido. La pretemporada le ha situado como un jugador de equipo ejemplar, quizá como el mejor descubrimiento.
Mario Soberón se estrenó el primer día, en Calahorra, en un gol que dijo muchas cosas. Minutos antes, había llegado un segundo tarde a un centro de Adrián Liso, al mismo sitio en el que marcaría después. Soberón decidió entonces que no le volvería a pasar. En el siguiente servicio, obra de Tasende, el delantero acudió puntual al segundo palo, como si el remate fuera siempre hijo de la intuición. Alguien seguía desde la grada sus pasos con expectación. No era un cualquiera. Xavi Aguado atendía todos sus movimientos, como si mirara un partido paralelo, en busca de las pistas que ofrece su fútbol. Tras el gol, el eterno capitán sintetizó la jugada en un nombre: “Soberón”. El apellido parecía explicarlo todo y resumir en siete letras todas sus virtudes: las dotes de un goleador concreto y modesto.
Los siguientes encuentros han mostrado a un delantero generoso, útil en el juego colectivo, esforzado en la presión, inteligente a la hora de establecer pequeñas sociedades con su compañero de ataque. Soberón se ha entendido con Iván Azón y ha mejorado las huellas de Samed Bazdar. Frente al Levante, cuadró su mejor partido: demostró que todos sus movimientos tienen un sentido, que hay finura en sus giros y pólvora en sus disparos. Limó la madera de Pinilla y sus remates nunca parecieron un lamento, más bien una promesa: la pista de los goles que están por llegar.
El Real Zaragoza iniciará la temporada el próximo viernes en Cádiz. La plantilla, con mil frentes abiertos en el mercado, tiene todavía un aspecto provisional. La pretemporada ha mostrado, eso sí, algunas excepciones. Mario Soberón pareció al principio un movimiento estratégico, una incorporación silenciosa. Las primeras pistas que ofrece su fútbol son alentadoras, las pisadas de un delantero oportuno, constante y batallador. En busca de certezas para el primer partido del curso, un apellido vuelve a sonar desde la grada: “Soberón”.
es de momento el mejor fichaje, éste chico este año se va a salir,ya estamos,con el,en la línea de siempre en el Zaragoza,grandes delanteros centros, estoy convencido