Muchas piedras ha tenido Martí Vigo en su camino desde su llegada al Androni Giocattoli Sidermec. Desde la ya sabida crisis sanitaria que ha dificultado su introducción en la estrategia de pelotón hasta las lesiones que han evitado su máximo rendimiento, el inicio no ha sido el deseado. Sin embargo, abril puede ser ese pistolazo de salida definitivo que inicie un futuro emocionante.
“Con esta situación, lo que más necesito es hacer carreras, coger rodaje e ir pillando experiencia en competición. Entre que se han cancelado pruebas y algún percance que he tenido en los últimos meses, prácticamente no he podido debutar”, comentaba el ribagorzano.
Estuvo a punto de poder hacerlo en el GP Slovenian Istria, pero una caída en el día de antes se lo impidió: “El día de antes, haciendo esprint al máximo, me saltó el plato y tuve una caída importante. No fue nada grave pero el golpe fue duro. Tuve que salir al día siguiente ya que estábamos con el mínimo de corredores para poder participar; así que salí para que mis compañeros pudieran realizarla y a la primera curva ya me tuve que parar”.
Y es que si algo también le ha privado esta crisis sanitaria por la Covid-19 es el escaso entrenamiento que ha podido realizar con los compañeros. El propio ciclista admite que no ha podido reunirse tanto como le gustaría tanto por las restricciones como por casos de positivo en la Covid-19 el equipo que les han obligado al aislamiento.
Mientras tanto, por su parte, está intentando llegar en las condiciones más óptimas posibles. “El entrenamiento individual lo estoy llevando bastante bien. Siempre vigilando el no juntarte con mucha gente. Al ser deportista nacional podemos movernos bastante y eso es positivo, pero es cierto que no hemos podido hacer prácticamente concentraciones”, afirma el aragonés.
Objetivo Turquía
Martí Vigo viajará mañana a Venecia, donde al fin podrá reunirse con el resto de la escuadra y emprender el viaje a Turquía. El Tour se celebrará entre el 11 y el 18 de abril. “Nunca he hecho una carrera de varias etapas por lo que va a ser una primera experiencia muy importante para mí en la que quiero tantear el terreno de manera progresiva. Es el primer año y quiero aprender mucho, sin grandes ambiciones, para poder crecer de cara al futuro”, reflexionaba el ciclista.
Aun así, su espíritu competitivo y olímpico perdura. “Es cierto que no llego en las condiciones que me gustaría pero si me veo con fuerzas, intentaré todo lo que se pueda”, asevera Vigo.