Noticia sorpresa, y de las agradables, el nuevo movimiento que se ha dado en el ciclismo aragonés. Se llevaba gestando durante unos días pero hasta hoy no se ha hecho oficial la llegada de un nuevo altoaragonés al ciclismo profesional. Martí Vigo (Sesué, 1997) da el salto al profesionalismo de la mano de la veterana escuadra italiana del Androni Giocattoli Sidermec. Androni para los amigos. Se trata de un equipo de categoría Continental Profesional, habitual del Giro de Italia y que hace ya unos años tuvo en sus filas al serrablés Fran Moreno.
Martí Vigo llega con un contrato por tres temporadas bajo el brazo y con la cuenta de competiciones escasamente estrenada pero brillando ya que tan sólo ha participado en el Campeonato de Aragón Élite (victoria) y en el prestigioso Memorial Valenciaga (13º).
La historia de esta sorpresa mezcla varios nombres bien conocidos en el mundo del ciclismo, en realidad todos menos el del protagonista, Martí Vigo, un esquiador de fondo olímpico (Pyeongchang 2018) desconocido para el aficionado al ciclismo. Pero pasemos a los nombres conocidos. Ahí es donde primero amanece el nombre del exciclista Patxi Vila, ahora en el staff del Movistar, y quien le hace una serie de pruebas físicas que arrojan unos datos mucho más que interesantes. Otro nombre es el de Maurizio Fondriest, quien no necesita presentación, pero tampoco está de más recordar que en su haber cuenta con un Campeonato del Mundo, una Milán-Sanremo y una Flecha Valona. Martí Vigo entró en contacto con Fondriest, lo que a su vez le pone en contacto con el patrón de la escuadra italiana, Gianni Savio, quien viendo los datos no duda en firmar al ribagorzano, que también manejaba otras ofertas.
Martí Vigo y el Androni
Esa es la historia a grandes rasgos. Ahora está por ver el futuro de Martí en esa jungla llamada ciclismo profesional. Ha demostrado que tiene un físico poderoso, al igual que su determinación, y se suma a esa nueva hornada de ciclistas provenientes de otros deportes que acaban aterrizando en este bello, duro y sacrificado deporte. Ello no debe confundir al aficionado pensando en que aquí tenemos al nuevo Primoz Roglic, que también llegó del mundo de la nieve, o al nuevo Egan Bernal, que de joven le daba al mountain bike y acabó recalando en el Androni. Martí ha comenzado a andar su propio camino y que le llevará hasta donde le tenga que llevar.
Como nos ha comentado el de Sesué, de momento “este primer año será de aprendizaje y mejora ya que apenas he competido”. Eso se lo permite la tranquilidad de tener un contrato largo. El cambio va a ser enorme ya que “siempre había hecho ciclismo pero nada que ver con lo que es ser profesional”, para refrendar sus declaraciones con un “estoy para aprender de directores y compañeros, ayudar al equipo y coger experiencia en carrera de cara al futuro”. Un futuro ilusionante.