El fondista de Sesué Martí Vigo ha subido hoy a lo más alto del cajón. Ha ganado la prueba FIS celebrada en Villach (Austria). Es la primera vez que el corredor del Valle de Benasque vence en una prueba de categoría sénior al norte de los Pirineos y refuerza sus aspiraciones para estar en las Olimpiadas de Corea del Sur.
Alegría contenida. Martí Vigo es así. Un chaval que no exterioriza su alegría. Al menos fuera de su círculo más íntimo. Pero está feliz. Inmensamente feliz después de ganar, hoy, la prueba FIS celebrada en Villach (Austria). Esta temporada, el país alpino es su centro de operaciones. Desde allí se mueve para competir. Y el resultado conseguido hoy en los 15 kilómetros en clásico refuerzan su trabajo y su objetivo de estar el próximo año en las olimpiadas de Corea del Sur. “La verdad es que estoy muy contento”, dijo. Sobre todo porque ha sido un triunfo en categoría sénior y, especialmente, “en una modalidad que no es la que mejor me va”, apostilla, y que ha puesto la firma a una muy buena carrera. “Siempre he estado en los primeros puestos. He ido primero, segundo, tercero y al final he conseguido ganar”, explica. “¿Si lo voy a celebrar? Igual salimos a tomar algo”, dice.
El triunfo del corredor de la Agrupación Deportiva Hospital de Benasque lo está celebrando en Ramasau. Allí pasa las navidades y allí recibirá el ya cercano 2018. Eso sí, un poquito de Sesué ha ido hasta la localidad austriaca. Allí se encuentra su madre y también han viajado unos amigos. Con ellos comparte ya la alegría de un triunfo que refuerza su trabajo en este duro deporte y en una carrera a la que “llegué –añade- con ningún planteamiento de subir al pódium. No es que no me esperara ganar. Es que creía que no iba a estar ni en el Top5”. Mientras lo celebra ya piensa en su próxima cita que le llevará en el fin de semana de Reyes a disputar una prueba en Campra (Suiza).