Con la temporada invernal prácticamente terminada, SPORTHUESCA.com habla con la principal figura del esquí altoaragonés en la actualidad, el fondista olímpico Martí Vigo, para que nos hable se su experiencia olímpica, así como de todo lo que hay detrás para llegar al mayor evento deportivo del planeta.
Martí Vigo Del Arco, un chico natural de Sesué, en la Ribagorza, que a sus escasos 20 años participa en unos Juegos Olímpicos de Invierno. ¿Cómo explica esto al gran público?
Bueno, sí que es verdad que estos Juegos Olímpicos me han pillado muy joven, pero haciendo un gran trabajo previo he sido lo más competitivo posible. A su vez ha sido una gran experiencia personal y un gran aprendizaje para el futuro.
Una vez vivida la experiencia olímpica, ¿unos Juegos Olímpicos son por dentro tal y como se los imaginaba desde fuera?
Sí, más o menos sí son como te los esperas. Realmente es una pasada, todo el despliegue de medios y gente que hay alrededor es brutal. Las villas olímpicas, que es donde nos alojamos los deportistas, me sorprendieron mucho por los edificios tan grandes que había y sus completas instalaciones.
¿Cómo era para usted el día a día en Corea? ¿Pudo asistir como espectador a alguna competición?
El día a día era entrenar para afrontar de la mejor manera las dos pruebas en las que iba a participar. La mayoría de los días tenía sesiones de mañana y tarde, aunque algún día tenía tiempo para dar una vuelta por Pyeongchang pero prácticamente no tuve tiempo para ir a ver otros deportes.
¿Desde la distancia lograba darse cuenta del interés que despertó, ya no sólo en el Valle de Benasque, sino en toda la provincia?
Sí, y lo agradezco mucho. He recibido muchísimos mensajes de apoyo y ánimo durante todo este tiempo y tengo que decir que ha sido algo increíble. También al llegar de vuelta al Valle de Benasque, a casa, me han arropado mucho.
Antes de hablar de otros temas, ¿la diferencia entre Martí y las medallas es más física o es más bien técnica?
Bueno, en realidad es un poco de las dos, soy joven y me faltan aún muchos años de trabajo duro. Piensa que el esquí de fondo es un deporte al que cuesta mucho llegar y la mejora en ambas facetas es lenta año a año. Aún soy muy joven y creo que en unos años más seguro que puedo estar más adelante.
Martí Vigo: “Para nada hubiera sido imposible llegar a Corea desde Llanos del Hospital”
Retrocedamos unos meses. Para llegar a Pyeongchang este invierno ha trasladado su residencia hasta la localidad austriaca de Ramsau, un lugar donde poder entrenar en unas magníficas instalaciones y a su vez reducir horas de viaje hasta las distintas pruebas a las que ha acudido, ¿Desde Llanos del Hospital hubiera sido imposible llegar a Corea?
No, para nada hubiera sido imposible, pero sí que hubiera sido más cansado y más costoso en general. El vivir este invierno en Austria, sobre todo, me ha ayudado a recuperar mejor físicamente entre las carreras y las concentraciones.
Imagino duras sesiones de entrenamiento en Ramsau a lo largo del invierno, de las que dejan el cuerpo vacío y dolorido, con sesiones dobles de mañana y tarde, kilómetros agónicos sobre las tablas, mucho frío en las pistas pero también mucho sudor derramado en el gimnasio, ¿Estoy en lo cierto o exagero?
Estás en lo cierto, el esquí de fondo es así de sacrificado. Es un deporte de echarle muchas horas, de entrenamientos muy duros y de agónicos días de series, además de las sesiones agotadoras dentro del gimnasio. Es lo que tiene este deporte, pero yo tengo la suerte de que por duro que sea también sé disfrutar mucho tanto durante el entrenamiento como en las carreras.
¿Cómo se pasan las horas en un valle de los Alpes austriacos fuera de lo estrictamente deportivo?
Tranquilas, bastante tranquilas. Ramsau es un pueblo pequeño de montaña, como los de nuestro Pirineo, y no hay mucho que hacer. Fuera de lo extrictamente deportivo las horas se pasan en su inmensa mayoría descansando, leyendo, saliendo a tomar algo por el pueblo y sobre todo estando tranquilo en casa.
Las tecnologías hoy en día acercan a las personas pero no hacen milagros. Con 20 años y tan lejos de casa durante tanto tiempo, ¿cómo ha llevado el estar alejado de tu núcleo familiar?
La verdad es que lo he llevado bastante bien ya que estoy bastante acostumbrado a pasar mucho tiempo fuera de casa, pero aún así tenía ganas de regresar a casa y pasar tiempo junto a mi familia.
En los momentos de soledad de cada uno, ¿se llega a pensar alguna vez si todos esos esfuerzos merecen la pena?
Sí se pasan ese tipo de ideas por la cabeza en algún momento, pero como en todos los deportes, hay momentos difíciles y no siempre las cosas van como te gustaría, además de haber cosas fuera de la competición que también condicionan la motivación y la ilusión por competir.
Desde fuera, y debido a la presión y a la exigencia diaria a la que están sometidos, da la sensación muchas veces de que los deportistas de élite madurán antes que la mayoría de los jóvenes de su edad, y no lo digo sólo en el plano físico, algo obvio, sino por el mental, ¿en su caso es así o sólo es una impresión equivocada?
Yo creo que sí, el hecho de viajar tanto, conocer a tanta gente de otros países y vivir tantas experiencias te hace madurar antes de lo normal. Yo le estaré siempre agradecido al esquí de fondo por todo lo que he vivido y aprendido.
De vuelta a casa, ha tenido un recibimiento en Zarzuela, y posteriormente otros en Benasque y Sesué, todos son importantes pero ahora en frío, ¿qué sensaciones extrae de esos momentos?
Bueno, han sido experiencias diferentes que no se pueden comparar. La recibida en la Zarzuela fue un acto al que no estoy para nada acostumbrado pero que estuvo muy bien, y la verdad es que me lo pase muy bien junto al resto de atletas. La recibida en mi valle, en mi casa, fue más bonita y especial para mí, puedo decir que fue más emotiva y cariñosa.
Martí Vigo: “Sobre todo me gustaría poder motivar a los más jóvenes a practicar deporte y llevar una vida saludable”
Como todo deportista, habrá tenido desde pequeño unos ídolos, unas referencias deportivas, alguien a quien tratar de imitar. Ahora, de repente eres el ídolo y la referencia deportiva para los habitantes del Valle de Benasque, ¿qué se siente?
Igual lo que se siente es un poco de responsabilidad, sobre todo me gustaría poder motivar a los más jóvenes a practicar deporte y llevar una vida saludable, ya sea en el mundo de la competición o en el deporte de un modo más recreativo.
¿El “efecto Martí” arrastrará en el futuro a que salgan chicos y chicas del valle que logren alcanzar en el esquí nórdico sus mismas cotas?
Ojalá, ese es uno de mis objetivos, me encantaría que los jóvenes tuvieran ganas de practicar el esquí de fondo y llegar a un buen nivel, el máximo posible.
Muchas gracias por todo y mucha suerte en todo lo que está por venir. Si quiere aprovechar las últimas líneas para decir algo más…
Pues sí, querría agradecer una vez más al Valle de Benasque y a toda la provincia de Huesca todo el apoyo recibido durante todo este tiempo.